Repartidores a domicilio protestan en Málaga para seguir siendo autónomos
Medio centenar de 'riders' recorren las calles de la capital en sus vehículos para reclamar al Gobierno que les permita trabajar para varias empresas
El polémico debate en torno a la figura laboral de los conocidos como 'riders', los repartidores a domicilio de empresas como Glovo, Deliveroo y Uber, ... entre otras, ha dado una nueva vuelta de tuerca hoy, cuando medio centenar de profesionales se han manifestado (con autorización y escoltados por la policía) por las principales avenidas del Centro de la capital para reclamar al Gobierno que les permita seguir trabajando como autónomos.
El Ejecutivo del PSOE y Unidas Podemos pretende sacar adelante una ley que obligaría a las empresas a contratar por cuenta ajena (con una nómina y alta en la Seguridad Social) a quienes ejercen esta actividad. Esta medida, que en principio habría sido planteada por parte de un amplio grupo de trabajadores a nivel nacional no tiene consenso, como se ha puesto hoy de relieve, ya que al menos una parte de ellos prefiere seguir como autónomos y así poder facturar a la vez a varias firmas. Lo explica Alexis Lorenzo, portavoz de la plataforma Sí somos autónomos: «Trabajo para Glovo y otras compañías y protestamos porque queremos seguir siendo autónomos, no queremos la ley». A su juicio, al colaborar a la vez con dos o tres marcas consiguen beneficios suficientes para mantener a sus familias. El portavoz critica que la idea de la nueva normativa es la demanda de un grupo en Madrid «que no llega ni al 1% de los 'riders' a nivel nacional» son los que quieren ser plantilla de una empresa en concreto, «pero es imposible, porque ninguna puede contratar a tantos trabajadores, por lo que el 80% se quedarán sin trabajo».
El repartidor asegura que el Gobierno sólo pretende «colgarse una medalla» con esta propuesta y pone como ejemplo el caso de Italia, donde ya se hizo y no dio resultado. «En Málaga se puede trabajar para cuatro empresas principales, además de negocios particulares que tienen autónomos como repartidores y ninguno está de acuerdo». Además, denuncia los «rumores» que algunos extienden para «meter miedo» a los afectados y evitar así que se manifiesten por sus derechos.
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