Desbloqueado: ya hay plan definitivo para salvar a la iglesia del Sagrario de la grieta que la parte en dos
Junta y Obispado pactan realizar una nueva campaña de sondeos arqueológicos para concretar inyecciones que estabilizarán el subsuelo
La grieta que divide en dos la iglesia del Sagrario de Málaga no pasa inadvertida para los miles de turistas y malagueños que a diario ... pasan junto a este templo anexo a la Catedral. El próximo mes de enero se cumplirán cuatro años desde que el Obispado cerró sus puertas ante el movimiento que detectó en esa fisura, que se aprecia también en la decoración del techo de la única nave del edificio, construido en el siglo XVIII. Han sido cuatro años en los que la falta de entendimiento entre los técnicos del Obispado y los de la delegación de la Consejería de Cultura sobre el modo de proceder para intervenir en este caso ha demorado la reparación de esta histórica iglesia, incluida ya en la Lista Roja del Patrimonio que elabora la Asociación Hispania Nostra a nivel nacional.
No obstante, se abren tiempos mejores para este monumento tras esta incomprensible espera. Según ha podido confirmar SUR, la Junta y el Obispado han llegado finalmente a un acuerdo para desarrollar la restauración del Sagrario, que pasa fundamentalmente por frenar el movimiento del subsuelo que está fracturando la construcción, mediante el refuerzo de su cimentación.
Tras varios meses de reuniones, los técnicos de ambas partes pactaron la semana pasada que la diócesis acometerá una nueva campaña de sondeos arqueológicos para ampliar la información que se tiene de los realizados hasta ahora por la Iglesia, y que, tras los datos que arrojen esas prospecciones, que se llevarán a cabo tanto dentro del edificio (en la cripta) como en el exterior, se concretará la ejecución de la solución propuesta por el Obispado para consolidar el subsuelo, que presenta zonas con diferente consistencia.
El arquitecto de la Catedral, Juan Manuel Sánchez La Chica, junto a Adolfo de la Torre Prieto, han propuesto desde el principio como la solución más óptima para frenar el movimiento de la grieta y reforzar los cimientos del templo unas inyecciones que se aplicarían a ocho metros de profundidad, por debajo de la cota de los restos arqueológicos. No obstante, para poder practicarlas habría que realizar unas perforaciones hasta alcanzar ese nivel, y eso es lo que preocupa a los arqueólogos de la delegación de Cultura, que temen que eso dañe los vestigios de la antigua mezquita que inicialmente se utilizó como catedral tras la conquista de la ciudad por parte de los Reyes Católicos.
Para disipar esas dudas y temores se ha apostado finalmente por ampliar los sondeos arqueológicos ya realizados por el Obispado para tener la información suficiente para ubicar las inyecciones en los lugares menos dañinos para los restos del subsuelo. En ese sentido, desde Cultura se había apostado por concentrarlas.
Consultada por SUR, la delegada de Turismo, Cultura y Deportes de la Junta, Gemma del Corral, se ha mostrado «contenta y satisfecha del trabajo coordinado que se ha hecho entre los técnicos de Cultura de la Junta y los técnicos en los que ha confiado el Obispado, que ha estado muy receptivo a todo lo que se le ha propuesto, y siempre con la mano tendida a la coordinación y a que entre todos consiguiéramos desbloquear una situación que nos preocupaba a todos».
La delegada de Cultura se muestra «satisfecha» por la coordinación entre los técnicos y agradece que la diócesis haya estado «muy receptiva»
«Se van a hacer actividades que nos darán una información con la que podremos consensuar entre todos el mejor proyecto de recuperación del Sagrario», ha señalado la delegada, quien ha remarcado que, una vez que se lleve a cabo esta nueva campaña arqueológica, se tomará la «solución definitiva». No obstante, todo apunta a que desde la Junta ven con buenos ojos las inyecciones propuestas por los arquitectos de la Catedral, con la salvedad de procurar que no dañen restos de relevancia.
Las excavaciones arqueológicas realizadas en los últimos años por el Obispado, a petición de la administración regional, permitieron constatar «una potente secuencia arqueológica», según apuntó Cultura en sus informes, que abarca desde la época tardorromana, de la que aparecieron restos paleocristianos. En concreto, trozos de una lucerna o lámpara de cerámica, decorada con una cruz, y platos y patenas con los símbolos del cordero, la paloma y el pavo real que podrían datarse entre los siglos IV y VI después de Cristo. Estos restos fueron limpiados y catalogados para que pasen a formar parte de los fondos del Museo de Málaga.
Está por ver qué aparecerá en las nuevas excavaciones que se han proyectado, y que, para su realización por parte del Obispado, tienen que recibir previamente el visto bueno formal de Cultura, que podría producirse próximamente. No obstante, parece por fin clara la hoja de ruta para que la iglesia del Sagrario pueda ser reparada, un objetivo para el que todavía no existen plazos concretos pero que se vislumbra más cercano.
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