Una racha fuerte de terral obliga a frustrar un aterrizaje en el aeropuerto de Málaga

Exhibición de destreza de un piloto de la aerolínea Norwegian y de coordinación milimétrica con la torre de control del Aeropuerto de Málaga-Costa del Sol, que no evitaron un buen susto a los pasajeros del vuelo procedente de Trondheim (Noruega) que debía haber tomado tierra ayer a las 15.30 horas.

El cambio repentino de viento, con rachas fuertes, obligó a hacer un aterrizaje frustrado con motor y al aire, una maniobra que en realidad ocurre con cierta frecuencia, aunque en esta ocasión se ha viralizado gracias a las imágenes distribuidas en las redes por la web meteorológica meteo365. Además, no por ser una operativa considerada hasta cierto punto «normal» dejó de causar un fuerte impresión entre los viajeros que iban a bordo, según diversos comentarios en las redes.

«Estábamos operando con una ligera brisa de levante que nos permitía usar la pista 12/30 (la segunda) por la cual los aviones vienen por la montaña y aterrizan en dirección al mar», explican fuentes de la torre de control. Por lo general, los vientos en Málaga son bastante predecibles, y los controladores cambian la configuración con antelación, «pero la situación de ayer era peculiar».

Tanto es así que se produjo «un cambio súbito de viento, que roló totalmente a terral en muy pocos minutos». El avión empezó a recibir viento fuerte en la cola durante la toma de tierra y tuvo que hacer una aproximación frustrada, motor y al aire, para volver a remontar el vuelo cuando ya estaba rozando el asfalto.

Las fuentes aeroportuarias explican que los aviones Boeing 737 como este pueden aterrizar hasta con diez nudos de viento en cola (aunque lo ideal es hacerlo con el viento de cara), pero esa racha tan fuerte desestabilizó la maniobra en el momento crítico. En el segundo intento ya tomó tierra sin mayores problemas.

Unos 15 minutos después de este incidente, la torre cambió la configuración de la pista y todos los aviones comenzaron a aterrizar por la pista 13/31 (la primera), desde el mar hacia la montaña, debido a la persistencia del poniente cálido, que ayer volvió a dejar temperaturas muy altas en Málaga capital y el Valle del Guadalhorce.

 

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