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Así es el protocolo para hacer frente al coronavirus en Málaga

Así es el protocolo para hacer frente al coronavirus en Málaga

Los hospitales están preparados para atender a pacientes infectados por esta enfermedad

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Sábado, 15 de febrero 2020

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No hay razón para alarmarse, pero sí para estar en alerta. Málaga no ha registrado hasta la fecha ningún paciente que haya dado positivo en el coronavirus 2019-nCoV, pero no gana para sustos. El último el de dos personas de una misma familia que acaban de ser aislados tras presentar síntomas de tos y fiebre. Primero se descartó el caso de una mujer que había estado en Shangái y presentaba síntomas similares a una gripe, luego el de cinco ciudadanos chinos que habían sufrido una gastroenteritis y se pensó que podían estar infectados y, por último, el de un empresario de 52 años que había viajado a Pekín por negocios y al volver acudió al Hospital Regional con una sintomatología sospechosa. Todos han sido falsas alarmas. «En Andalucía, estamos muy tranquilos», recalca Inmaculada Salcedo, portavoz de la comisión de seguimiento en Andalucía del coronavirus.

Asegura que están perfectamente coordinados con el Ministerio de Sanidad, que existe una actualización permanente de la situación de la epidemia y que el grupo de trabajo creado en la región está conectado las 24 horas para «establecer los circuitos necesarios» en todos los centros sanitarios para atender cualquier eventualidad.

Pero, ¿cuál es el protocolo que siguen los hospitales de Málaga? En principio, ninguno de ellos es referente para atender esta enfermedad. «Todos están igual de preparados y los ciudadanos pueden dirigirse a cualquiera con la tranquilidad de que serán atendidos de acuerdo a los mismos criterios», zanja Salcedo.

Pero antes de emprender el camino hacia las urgencias de un centro hospitalario porque, ante unos síntomas gripales (fiebre, tos, malestar general...), el paciente cree que puede estar infectado por coronavirus, Salcedo es tajante: la clave está en el criterio epidemiológico, es decir, haber permanecido en la provincia de Hubei (su capital es Wuban, que es donde se originó el virus) los 14 días previos al inicio de los síntomas o haber tenido contacto «estrecho» con algún contagiado o que pudiera estarlo, ya sea durante su cuidado sin ninguna medida de protección, haber estado en el mismo lugar a un distancia menor de dos metros o haber viajado en avión a una distancia de dos asientos. «Si no se cumple este antecedente epidemiológico, en principio, no se trataría de un caso de coronavirus, ya que en Andalucía no ha habido ningún caso positivo con el que pudiera haber estado en contacto», arguye Salcedo.

Su recomendación es que ante síntomas gripales, propios de estas fechas, el paciente acuda a su médico de cabecera y siga medidas de protección básicas, como toser y estornudar sobre un pañuelo desechable para contener los virus que pudiera haber en las gotas que se expulsan y si no, apoyarse en el antebrazo para no diseminarlo. Además, lavarse constantemente las manos con jabón o soluciones con alcohol para descontaminar las manos. «Son medidas básicas, sencillas y baratas, pero de una gran eficacia para evitar la propagación de virus respiratorios».

Paso a paso



Pero, ¿cómo actúa el hospital ante un caso sospechoso? Según ha podido saber este periódico, si la persona contagiada accede por urgencias del Hospital Regional, el administrativo, nada más comprobar que es un caso con antecedente epidemiológico, debe colocarse la mascarilla quirúrgica y facilitar otra al paciente y a los acompañantes. «Habitualmente, son los propios ciudadanos quienes hacen saber que han viajado a la zona afectada», expone Salcedo. Después, un celador, lo trasladará a una consulta de Urgencias donde permanecerá aislado. En el recorrido hasta esa habitación, aunque no haya un contacto físico con el paciente, debe colocarse la mascarilla quirúrgica y lavarse las manos. Es el personal sanitario que atienda al paciente el que tendrá que vestirse con un equipo de protección individual (EPI) para evitar ser infectado por microorganismos transmitidos por gotas y por contacto, de ahí que incluya bata resistente a líquidos, mascarilla, guantes y protección ocular antisalpicaduras. «Aunque por el momento no existe evidencia clara de trasmisión aérea, se recomienda como medida de precaución la utilización de mascarilla FFP2/FFP3», recoge el procedimiento de actuación distribuido a todo el personal sanitario del Hospital Regional.

El acrónimo FFP proviene de «Filtering Face Piece» y la numeración se refiere a su nivel de protección. Pueden incorporar una válvula de exhalación de aire y consta, total o parcialmente, de material filtrante o incluye un adaptador facial cuyos filtros constituyen una parte inseparable del equipo. La diferencia entre una clase y otra es el porcentaje mínimo de filtración que ofrece, que oscila entre el 78 y el 98 por ciento.

En caso de que el enfermo sea trasladado en ambulancia, la cabina del conductor tiene que estar separada físicamente de él; el personal debe ir equipado con el traje de protección y, el vehículo tiene que ser desinfectado al terminar el servicio.

Tranquilidad

Pero, ¿y si un paciente con síntomas gripales y potencialmente infectado acaba sentado en la sala de espera aguardando a ser atendido? Salcedo llama a la calma: «Los protocolos funcionan y si hay una mínima sospecha, se le mantendría aparte». En cualquier caso, asegura la experta, tendría que pasar mucho tiempo y estar en contacto muy directo con otras personas para que éstas acabaran presentando síntomas. En este supuesto, el protocolo establece hacer un estudio a todas las personas que han estado en contacto estrecho y directo con el afectado. «La población puede estar tranquila, porque para los especialistas en medicina preventiva y salud pública, epidemiólogos y autoridades sanitarias esto no es nuevo; lo único diferente es el antecedente epidemiológico a nivel internacional», subraya.

Andalucía cuenta en la actualidad con dos laboratorios de referencia, en el hospital Virgen de las Nieves (Granada) y en el Virgen del Rocío (Sevilla) para la realización de las primeras pruebas diagnósticas. «Se ha hecho así para acelerar el trámite y que la persona afectada salga rápido de dudas. En un día puede tener los resultados. Si sale positivo, las muestras se enviarán al Centro Nacional de Microbiología de Majadahonda para que confirmen el diagnóstico», apunta Salcedo.

Entre tanto, el paciente en investigación (ha viajado a la zona afectada y sufre síntomas gripales) o un caso probable de coronovirus (en investigación con pruebas de laboratorio no concluyentes) permanecerán aislados en una habitación del hospital, separado de otros pacientes y con una mascarilla quirúrgica hasta tanto conocer los resultados de los análisis.

Hospitalizado o en casa

Si finalmente fuera positivo, el afectado permanecerá ingresado, aunque el protocolo de actuación contempla también la posibilidad de que en casos en investigación y confirmados «en los que la situación clínica no haga necesario mantener al paciente ingresado en el hospital, podrá valorarse su aislamiento domiciliario». Para ello y, según recoge el documento, las condiciones de la vivienda deben garantizar el aislamiento del paciente en una habitación individual bien ventilada y el uso de un baño propio. Asimismo, el enfermo debe estar disponible para futuras evaluaciones médicas y tanto el afectado con sus familiares deben ser capaces de cumplir con unas medidas básicas de higiene y control de la infección.

Durante su estancia en el hospital y para preservar la seguridad, también los acompañantes tienen que seguir unas normas. En principio, no podrán visitar a su familiar, salvo que sea un niño y se autorice la entrada de uno de sus padres. Estos tendrán que ir provistos del equipo de protección individual y, antes de salir de la habitación, avisar al personal sanitario por el interfono. Además, deben controlarse la temperatura y si alguno comenzara a notar síntomas, «no se le permitirá su salida de la habitación».

A principios de este mes, el personal sanitario recibió formación por profesionales de Medicina Preventiva y Salud Pública y Epidemiología. Están tranquilos, aunque alguno de ellos desliza que si los síntomas no son tan graves y la mortalidad no es tan grande, ¿por qué todos los países están en alerta? «Tengo la sensación de que hay algo más y que las autoridades internacionales no nos lo cuentan», zanja.

No obstante, en España la llamada a la calma llega en un momento en que esta enfermedad, bautizada el martes con el nombre de Covid-19, acrónimo de coronavirus 'disease' (enfermedad en inglés) ha contagiado, según los datos hasta el 14 de febrero a más de 64.400 personas y se ha cobrado 1.383 vidas hasta esa fecha. Desde que la OMS decretase la emergencia internacional ante el riesgo de una rápida propagación de la enfermedad, el tono ha ido creciendo hasta el punto de pedir a todos los países que sean «tan agresivos como sea posible» para aplacar el virus. No hay tratamiento específico. Solo se pueden abordar los síntomas y esperar una vacuna que, según, la OMS podría probarse en «cuatro o cinco meses».

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