El propietario de Bobby Logan plantea derribar el edificio y este sería el nuevo proyecto

El edificio sigue en manos de la misma empresa local, Componentes Textiles Industriales, que en 2019 intentó sin éxito que albergara una oficina de empleo de la Junta. En los últimos años, el propietario ha presentado al Ayuntamiento propuestas para sacar este lugar del ostracismo. Sin embargo, las condiciones que el vigente Plan General de Ordenación Urbanística impone a la parcela no lo ponen nada fácil.

En concreto, está considerado como un suelo urbano pero no consolidado y su desarrollo está vinculado a unos terrenos situados al otro lado del cauce del arroyo Pilones y que están en manos de otros propietarios. Asimismo, la ficha del PGOU establece «la recuperación del edificio como equipamiento de la zona», lo que desde Urbanismo han entendido hasta ahora como la directriz de mantener la actual construcción de los años sesenta del pasado siglo; y que tenga un uso comercial, deportivo o cultural de carácter privado que sirva como «centro de actividad de la zona».

Sin embargo, según ha podido conocer SUR, la propiedad de Bobby Logan ha encontrado una fórmula para poder salvar estos condicionantes y llevar a cabo una transformación de este suelo que no tenga que ajustarse expresamente al contenido del PGOU. Así, ha presentado ante la Gerencia Municipal de Urbanismo el avance de lo que se denomina un estudio de ordenación, una figura contemplada en la actual ley urbanística andaluza de 2021, la LISTA, que permite variar parámetros del Plan General tanto a nivel de usos como constructivos.

Este expediente, similar al que el Ayuntamiento tramita para la conversión del antiguo edificio de Correos en un hotel de lujo, ya está siendo analizado por los técnicos de Urbanismo y contempla el derribo del inmueble que albergó la discoteca para levantar uno de nueva planta que podría albergar un proyecto de hotel u oficinas. Para ello, se plantea que tenga una altura de planta baja más tres, similar a la de algunos edificios cercanos de la zona, y que solo ocupe la mitad de la parcela.

El estudio incrementa los derechos edificatorios del sector, pero los reparte a partes iguales entre el solar de Bobby Logan y el situado al otro lado del arroyo Pilones, lo que facilita que este desarrollo urbanístico pueda dividirse en dos unidades o zonas que pueden ejecutarse por separado, sin tener que depender una de otra.

En los últimos años, el propietario de Bobby Logan había expuesto al Ayuntamiento la necesidad de flexibilizar las condiciones urbanísticas de este suelo para hacer viable su desarrollo. Hasta ahora, sus planteamientos no habían tenido una buena acogida por parte del Consistorio. Sin embargo, según fuentes consultadas, los actuales responsables de la Gerencia de Urbanismo están abiertos a que, mediante la fórmula del estudio de ordenación, puedan variarse los requisitos recogidos en el Plan General de 2011 para desbloquear la transformación de este espacio, que podría convertirse en una nueva centralidad para el distrito Este.

Uno de los aspectos en los que más había incidido la propiedad es que no tenga que mantenerse el edificio de la discoteca, que no tiene protección por sus valores arquitectónicos. Originalmente fue el cine Lope de Vega, desde 1962 a 1981, y luego pasó a albergar una pista de patinaje y la añorada Bobby Logan, hasta 1993. En cualquier caso, el futuro de este espacio depende de lo que dictaminen los técnicos de Urbanismo respecto a la nueva propuesta que se ha presentado hace pocos días.