Primer paso para que el Puerto de Málaga tenga un centro logístico en la zona de El Tarajal

En concreto, este ámbito, ubicado al oeste del antiguo cortijo Bacardi y al sur del pasillo ferroviario que atraviesa esta zona de la ciudad, suma una superficie de más de 510.000 metros cuadrados en los que se prevén usos industriales y empresariales. Lo acordado entre el Consistorio y el Puerto es que pueda desarrollarse en este lugar un puerto seco para reforzar la actividad logística de los muelles. En ese sentido, el espacio resulta inmejorable para la Autoridad Portuaria, como confirmó a SUR su presidente, Carlos Rubio, a principios de marzo, cuando este periódico avanzó que se daban los primeros pasos para la urbanización de estos suelos. «Para nosotros es un sitio estratégico», declaró Rubio.

El Consistorio dispondrá aquí de una parcela de 98.248 metros cuadrados que podría servir en su totalidad o en parte para la actividad logística del Puerto. Inicialmente, ambas administraciones pensaron en llevar a cabo una permuta de terrenos, pero finalmente han optado por una vía más rápida: la ciudad compra la parcela de San Andrés para el Auditorio (el Ayuntamiento ya ha reservado 11 millones de euros en sus cuentas para ello), sin tener que esperar al desarrollo del expediente urbanístico de los suelos de Huertecilla-Tarajal y, con ese dinero, la Autoridad Portuaria le comprará a su vez al Consistorio más adelante los suelos para el puerto seco en ese sector.

El Ayuntamiento estaba dispuesto a activar de oficio la tramitación de esta operación urbanística, pero finalmente han sido parte de los otros propietarios de los suelos los que tomaron la iniciativa para presentar en Urbanismo un documento de avance, elaborado por la consultora Ejecución del Planeamiento, que ahora se aprueba. En concreto se trata de una sociedad en la que participan el empresario Sergio Cuberos, dueño de los supermercados Maskom; Francisco Jiménez, de Unicasa; el ex concejal José Luis Ramos; y los propietarios del grupo Mundo.

Este avance prevé la división del sector en dos unidades de ejecución, lo que facilita que pueda realizarse en primer lugar aquella en la que está previsto el espacio que el Ayuntamiento venderá al Puerto. En concreto, esa unidad es la que está situada justo a espaldas del cortijo Bacardi, y junto a las vías del tren, lo que supone una inmejorable condición para el desarrollo de un centro logístico para la actividad portuaria.

En cualquier caso, se antoja aún lejana en el tiempo la aprobación de este plan urbanístico, que prevé conexiones viarias con su entorno como la prolongación de la calle Joaquín Vargas y un paso bajo las vías del AVE para conectar la zona con los suelos de la antigua Intelhorce, donde ya están en marcha las obras para un centro logístico que será explotado por Amazon.

A partir de ahora, el Ayuntamiento solicitará a la Junta una evaluación ambiental que podría demorarse uno o dos años a tenor de lo que suelen tardar como mínimo este tipo de trámites, pese a que en teoría no deberían durar más de cuatro meses en su versión simplificada. Con todo, cabe la posibilidad de que el Consistorio también pida al Gobierno andaluz la declaración de esta actuación como proyecto de interés estratégico, lo que lo incluiría en la unidad aceleradora autonómica, para que su tramitación sea más rápida.