La plantilla de Bomberos de Málaga se refuerza con 27 efectivos tras seis años en blanco

De estos 27 futuros bomberos, 20 proceden de las oposiciones que se desarrollaron el pasado año y a las que el tribunal calificador acaba de poner punto y final proponiendo su nombramiento como funcionarios en prácticas y citándoles esta semana para el tallaje para la entrega del vestuario y del equipo de protección individual. Los otros 7 son aspirantes que impugnaron las pruebas celebradas en 2015 que, después de una larga batalla judicial contra el Ayuntamiento, han conseguido 'reengancharse' al procedimiento por el que ya fueron adjudicadas las citadas 37 plazas. Como los anteriores, también han sido convocados estos días para tomarles medidas.

Así quedan resueltos dos procedimientos que, por distintos motivos, han estado rodeados por la polémica. Empezando por el más antiguo, el origen del litigio estuvo en el tercer y último ejercicio teórico, consistente en un supuesto práctico, cuando varios de los aspirantes que suspendieron impugnaron los resultados alegando que en ningún momento se les advirtió sobre el criterio de valoración ni de las posibles penalizaciones por respuestas erróneas o en blanco y que cuando solicitaron la revisión de los exámenes comprobaron que cada una de las 11 preguntas habían sido puntuadas de forma diferente. El asunto acabó en los juzgados, que como un goteo fueron dando la razón a los demandantes hasta que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ordenó «retrotraer el proceso selectivo al momento de la calificación del tercer ejercicio, para que la valoración de las preguntas del mismo lo sean de forma proporcionada«. De esta forma, el tribunal calificador de entonces se ha vuelto a reunir para revisar el ejercicio y el resultado es que siete han sido declarados aptos. En cuanto a las otras, la polémica saltó después de que opositores que no pasaron las pruebas físicas se quejaran que la obligación de lavarse las manos con gel hidroalcohólico provocó numerosos suspensos en el ejercicio de trepar con la cuerda y del suelo «resbaladizo» en el de agilidad. El resultado es que al final quedaron sólo 20 aptos para 20 plazas.

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A partir de ahora, el siguiente paso será la realización del curso de ingreso en la Escuela de Seguridad Pública del Ayuntamiento de Málaga (Espam), que tiene una duración de unos tres meses (400 horas) y cuyo inicio está fijado para el próximo 22 de febrero, siempre que la intensidad de la pandemia no altere los planes como ya hizo la pasada primavera con las pruebas de selección para cubrir los 20 puestos ofertados correspondientes a la oferta de empleo público de 2018. De esta forma, la previsión es que los 27 nuevos bomberos puedan tomar posesión del cargo y empezar a trabajar a lo largo del primer semestre de este año.

Casi para las mismas fechas también podrían comenzar las pruebas para las 16 plazas que el Consistorio también pretende convocar de la oferta de empleo público de 2020. Si se cumple el calendario marcado en el Área de Recursos Humanos, las bases específicas de estas oposiciones se publicarán en las próximas semanas con el objetivo de que el proceso pueda arrancar en abril o mayo. En paralelo, también se va a lanzar un concurso de promoción interna para 209 plazas de bombero especialista, cumpliendo así una de las históricas reivindicaciones de la plantilla, que lleva años reclamando la reclasificación profesional del grupo C2 a C1 tal y como establece la Ley de Emergencia de Andalucía.