Málaga eleva a la Junta la petición para que los Baños del Carmen sean declarados Bien de Interés Cultural

En este documento, se argumenta que este lugar del litoral malagueño «reúne unas características ambientales excepcionales como sede de un tipo de actividad social que incluye, pero no se agota en ellos, componentes de carácter lúdico, cultural o deportivo, casi siempre apoyados en la hostelería; actividad tan íntimamente vinculada a este espacio que no se entiende fuera de él, y que resulta enormemente representativa de modos de ser y actuar propios de Málaga, con un componente icónico que ha llevado a este lugar a convertirse en símbolo de la ciudad«.

«Se trata de un espacio público de altísima calidad ambiental en medio de un tejido urbano muy denso«, apuntan los informes de Urbanismo, que resaltan la singular arquitectura del enclave: »La intervención arquitectónica no empieza con el proyecto de Daniel Rubio en 1933, sino que arranca en un momento anterior, probablemente 1920, cuando a la vez que se construye la portada se genera la implantación sobre el territorio de forma decisiva. La plataforma se orienta a poniente, haciéndola avanzar sobre el mar con un borde rocoso a modo de rompeolas. La trama de las pérgolas, anterior al actual edificio, refuerza esa orientación definiendo con su geometría un lugar singular que preside el recinto desde la zona más baja del mismo, más próxima al mar y más alejada en vertical de la calle«.

Asimismo, el Ayuntamiento detalla los valores de uso, ambientales, simbólicos, sociales y patrimoniales que propone proteger con la catalogación que se solicita a la Junta y que fue respaldada de forma unánime por el pleno municipal del pasado mes de marzo.

El enclave se ha venido protegiendo por parte del Ayuntamiento en las normas urbanísticas y en el PGOU desde los 90. En el Texto Refundido del Plan Especial Baños Del Carmen, que tuvo su aprobación definitiva el 29 de marzo de 2007, se establece la necesidad de «recuperar la representatividad del enclave, por su singularidad en el litoral y su presencia en la imagen de la ciudad», proponiendo a tal efecto en su ordenación respecto al edificio del restaurante, y «para la mejor y puesta en valor de dicho edificio, se prevé una construcción anexa al mismo, en su parte trasera, que contenga los servicios de todo restaurante y así deje diáfano el interior de la construcción existente». A tal efecto se protegió por el planeamiento el pabellón principal y la estructura de entrada como edificaciones, portada de acceso y taquilla, así como altura, volumetría y fachadas del restaurante, las columnas y elementos decorativos.

Asimismo, en el Catálogo de edificaciones protegidas del PGOU en vigor, aprobado el 21 de enero de 2011, recoge expresamente al balneario Nuestra Señora del Carmen en la ficha denominada A82-Baños del Carmen como un edifico con un nivel máximo de protección arquitectónica (grado I). Este documento recoge el pabellón principal y la estructura de entrada como edificaciones sujetas a tal cuidado. Este nivel implica que la actuación máxima permitida sobre él es la de rehabilitación, cuya finalidad no es otra que la consideración del edificio como «un todo» a mantener y no únicamente sus características externas.