Clamor por una movilidad sostenible y segura en Málaga

Su caso no es excepcional ni se reduce sólo al uso de la bicicleta. Juan Antonio Martín utiliza de forma habitual el patinete como medio de transporte por la ciudad, y desde que el Ayuntamiento ha puesto en marcha los nuevos carriles preferentes va con mucho más miedo porque «el cuerpo es nuestra única protección». En su caso no ha dejado de utilizarlo porque cree en la importancia de la movilidad sostenible, pero sí que le ha prohibido a su hijo que le acompañe. «Es muy peligroso, y más para los niños», apunta. Junto a un amigo, también estaba a las 11 en punto de la mañana en la entrada del Puerto para participar en una movilización de récord, ya que unos 5.000 ciclistas tomaron las calles para reivindicar la importancia de disponer de carriles segregados del tráfico. «Sólo nos están poniendo trabas», lamentaba.

En la cabeza de la marcha iba José Luis Marín, presidente del colectivo ciclista Ruedas Redondas, quien explicaba que la marcha tiene un triple objetivo: lograr una red de carriles bici segregada y segura, una red de aparcabicis suficiente y una protección para los niños y las personas más vulnerables.

Los ciclistas y usuarios de patinetes iniciaron la marcha en la entrada del Puerto y marcharon hacia la zona Este por el paseo marítimo. A la altura de la antigua Casa Pedro dieron la vuelta para terminar en la puerta del Ayuntamiento, en donde han leído un manifiesto reivindicativo. El buen tiempo y el aumento del uso de este modo de transporte han convertido a esta marcha en la más numerosa de cuantas se han celebrado en la ciudad para defender la movilidad sostenible. Durante la marcha se han podido leer diferentes lemas como 'Si el planeta muere, nosotros también', 'Somos parte de la solución' o 'Alcalde, más carril, menos prohibir'.

En el documento, que también se leyó al principio de la marcha, denunciaron que el equipo de gobierno les ha obligado a circular por «autopistas urbanas, entre vehículos a motor, ante la ausencia de una red de carriles bici ágil, conectada y segura». Para ellos, los denominados «timocarriles30» no son la solución al problema, ya que no son utilizados por deportistas profesionales sino por ciudadanos con sus limitaciones. «Queremos usar la bicicleta para nuestros quehaceres diarios porque no es agresiva para el ciudadano, no contamina ni acústica ni atmosféricamente y es saludable».

En la 'bicifestación' también hubo una pequeña representación de 'riders', que denunciaron que los policías locales les están sancionando por ir por la acera pese a que ellos sí están autorizados para hacerlo. José Ángel del Barrio es uno de ellos. Trabaja para Uber Eats y explica que la semana pasada le pusieron una multa de 60 euros por circular por la calle Larios. «No pasamos por ahí por ocio, sino para que a los clientes les llegue la comida en perfecto estado», razona. «Ahora estamos entregando muchos pedidos tarde y fríos para no arriesgarnos a más multas», lamenta.

En la marcha también se pudo ver a diferentes responsables políticos de la ciudad, como la concejala de Adelante Málaga, Paqui Macías, el recientemente retirado Eduardo Zorrilla, o el concejal del PSOE, Daniel Pérez. Éste último aprovechó para reclamar al equipo de gobierno que se tome en serio la movilidad sostenible porque el uso de la bicicleta es una necesidad real de la ciudad. A su juicio, el Ayuntamiento debería fijarse en el modelo de París, en donde sus ciudadanos han aprovechado el confinamiento para echarse a la calle en bicicleta. «La nueva ordenanza está causando un grave problema y poniendo en peligro a colectivos vulnerables, como son los usuarios de patinetes y bicicletas, obligándolos a compartir carril con vehículos pesados», dijo.