Parte de la muralla norte del castillo de Gibralfaro se desmorona de improviso

Según las fuentes consultadas, el derrumbe se produjo el pasado sábado por la mañana, cuando el castillo se encontraba abierto a las visitas de los turistas, que han mostrado sus críticas por este hecho, ya que se trata de uno de los monumentos más visitados de la capital malagueña. «Menos mal que nadie iba andando por la muralla porque sino se hubiera hundido el suelo, provocando una catástrofe», expuso a este periódico uno de los testigos del socavón provocado en el muro, que ayer aún podía apreciarse desde el exterior del castillo.

La concejala de Cultura, Gemma del Corral, explicó que, en el momento en que se tuvo conocimiento del suceso, se comunicó a la Gerencia Municipal de Urbanismo para que tomara cartas en el asunto. Por su parte, el concejal de Ordenación del Territorio, Francisco Pomares, señaló que los técnicos de este organismo del Consistorio ya están elaborando un informe sobre las patologías que han podido ocasionar este daño. De ese análisis se extraerá una posible actuación de reparación del muro que el Ayuntamiento está dispuesto a acometer cuando disponga del correspondiente permiso de la Consejería de Cultura. «Nos gustaría poder arreglarlo de inmediato, pero tenemos que contar con el visto bueno de la Junta para poder intervenir en un monumento que está considerado como bien de interés cultural», aclaró.

Para Pomares, el desprendimiento del muro es «un hecho aislado» provocado por las lluvias de los últimos días. «Desde el jueves empezamos a recibir avisos de desprendimientos y movimiento de tierras en las laderas que bordean la carretera de subida a Gibralfaro. Tiene toda la pinta de que esto pueda deberse a que llovió especialmente de forma copiosa en esa zona de la ciudad», comentó el edil, quien aseguró que «se está supervisando todo» para evitar que puedan producirse nuevos desprendimientos.

El derrumbe de parte del testero de esta muralla, situada junto a la barbacana del castillo, coincide con el momento en el que el Ayuntamiento ha sacado a concurso un paquete de reparaciones en las fortalezas de la Alcazaba y Gibralfaro que, con un presupuesto de 150.000 euros, está previsto en las cuentas municipales desde el año 2016. Cuatro empresas optan a llevar a cabo este conjunto de mejoras, para las que se ha estimado un plazo de ejecución de cuatro meses. El proyecto, elaborado por el departamento de Arquitectura e Infraestructuras con la colaboración del estudio Yamur Arquitectura y Arqueología, apunta que se han detectado en ambos monumentos «problemas patológicos, avanzados o latentes, que afectan a diversos elementos y estructuras». «El primer reconocimiento, de carácter visual, apunta en ese sentido y hace plantear la ejecución de determinadas labores de conservación urgente para evitar el desarrollo de lesiones que pudieran ocasionar en fechas próximas mayores daños en los monumentos», señala el pliego de condiciones para contratar esta intervención, documento en el que se admite que algunas patologías que presentan estas antiguas fortalezas han avanzado notablemente por su «falta de mantenimiento».