La obra del metro al Civil avanza con la retirada de la mediana ajardinada de la calle Hilera

Estos trabajos implican la retirada de los árboles y arbustos, muchos de ellos ejemplares adultos y de porte medio-alto (palos borrachos y algarrobos, entre otros). La buena noticia es que muchas de estas plantas, muy apreciadas por los residentes, no irán al vertedero, sino que se van a replantar en zonas verdes de la capital, fruto de un acuerdo entre la Junta (responsable de los trabajos, que están concesionados a Sando y Kerkros) y el Área de Parques y Jardines del Ayuntamiento.

Para ello, la Agencia de Obra Pública ha elaborado un estudio sobre la vitalidad y las características de cada árbol, que estima las posibilidades de supervivencia en caso de ser transplantado; así como las características del suelo, insolación y espacio necesarios.

No obstante, fuentes de la Consejería de Fomento aclaran que los árboles más emblemáticos todavía no tienen fecha para ser trasladados, y por el momento permanecen en su sitio, tal y como ha podido comprobar este periódico durante una visita a las obras.

Junto a esta tarea, en paralelo se está avanzando en el desvío de los servicios afectados que ya están señalizados, y que supondrá modificar los tendidos de electricidad, agua, gas, telefonía, etc.

Lo mismo ocurre con el mobiliario urbano que se encuentra en la huella de la traza, entre la actual estación Guadalmedina, cruzando la glorieta del padre Arnáiz junto a la esquina de la sede del banco Santander, al sur; para enfilar posteriormente desde la mediana hasta el lateral norte (fachada del centro comercial) de Hilera hasta Santa Elena, donde se ubicará el edículo de la primera estación de la ampliación (Hilera).

El plan inicial es mantener el tráfico y el paso de los peatones por la zona mientras se acometen estas tareas preliminares, con el objetivo de que los trabajos puedan afectar a los ciudadanos el mínimo tiempo posible. De momento, las conocidas barreras 'New Jersey' rojas y blancas, que fueron uno de los símbolos de las obras del suburbano en el pasado, han regresado al entorno de El Corte Inglés.

Estos elementos han permitido dar forma a unos desvíos de tráfico que están teniendo una muy baja afección ciudadana, más allá de un leve estrechamiento en ambos sentidos del eje de Hilera, en el punto donde confluye con Santa Elena; y para la señalización de algunos puntos donde se trabaja en los servicios afectados.

Desde el 22 de enero están en marcha las tareas previas para preparar la excavación del paso subterráneo desde la estación Guadalmedina hasta la futura de Hilera, que tuvieron un hito simbólico a mediados de febrero: primero el día 14, con el acto oficial de inicio de las obras, a cargo del presidente de la Junta, Juanma Moreno. Y al día siguiente, con el traslado de la estatua del padre jesuita Tiburcio Arnáiz, que se desplazó sin incidencias unos 200 metros, al otro lado de la fuente de las Gitanillas, hasta los jardines de la glorieta de Albert Camus, donde permanecerá al menos los próximos tres años.

Además, se han acometido las instalaciones auxiliares de seguridad y salud para los operarios; la colocación de los carteles informativos; las actividades de replanteo y levantamiento topográfico del proyecto, así como las inspecciones de los edificios próximos a la traza. La Ute que lidera Sando, junto a la también malagueña Kerkros Innovaciones, es la encargada del primero de los tres tramos en los que se ha dividido la actuación (Guadalmedina-Hilera).