El obispo de Málaga abre el jubileo en la iglesia de la Victoria por el centenario de las nazarenas

El obispo de Málaga, Jesús Catalá, ha presidido en la tarde de este viernes la ceremonia de apertura del año jubilar en la basílica victoriana, un acto que ha tenido un aforo limitado con motivo de las últimas restricciones impuestas por la pandemia y al que únicamente se ha podido acceder por invitación. La celebración ha comenzado en el exterior de la iglesia, ya que Catalá ha realizado en primer lugar el acto solemne de apertura de la puerta santa por la que posteriormente han entrado tanto el prelado como los sacerdotes concelebrantes y algunos fieles, si bien la mayor parte de ellos ya se encontraban en el interior, dispuestos en los bancos guardando las distancias de seguridad.

El párroco de la iglesia de la Victoria, Alejandro Escobar, ha sido el encargado de dar lectura al decreto del Vaticano por el que se concede este año especial de celebración a este templo malagueño. Asimismo, se ha llevado a cabo la entronización de una reliquia de San Manuel González. El ostensorio para esta reliquia ha sido realizado por el taller de orfebrería Montenegro en Fuengirola.

Jesús Catalá ha presidido la celebración de una eucaristía con oraciones y textos dedicados especialmente a la figura del obispo Manuel González, que tuvo que huir de Málaga a raíz de la quema de iglesias y conventos de mayo de 1931. «Las Hermanas 'Nazarenas' sufrieron, como su fundador, los avatares difíciles de la persecución religiosa durante la Segunda República. Desde sus comienzos han ofrecido sus servicios a nuestra diócesis a través de la acogida en su casa de espiritualidad y desde la librería; ha promovido retiros espirituales, han realizado catequesis, animación litúrgica, misiones populares; siempre con el deseo de 'eucaristizar', como decía san Manuel decir: 'Volver al pueblo loco de amor por Jesucristo Sacramentado'. Ellas se han ofrecido sobre todo en la plegaria y en la adoración eucarística«, ha destacado el obispo en su homilía, en la que ha agradecido especialmente la labor que han desempeñado en estos cien años y ha definido a Manuel González como «un enamorado y un adorador ferviente de la eucaristía».

A la ceremonia ha asistido la madre María del Valle Camino Gago, vicaria de las Misioneras Eucarísticas de Nazaret, quien ha destacado que el centenario de la congregación supone «un revulsivo impresionante de nuestra vida religiosa consagrada» y una oportunidad para agradecer «los dones de tantos años de entrega» de las religiosas que han formado y forman parte de la congregación.

Además del santuario de la Victoria, otros templos relacionados con la vida y obra de este obispo santo han sido considerados como lugares jubilares en este año de celebración para las nazarenas. Son la parroquia de Palomares del Río (Sevilla); la de San Pedro de Huelva, donde San Manuel González fundó la primera rama de la Familia Eucarística Reparadora; y la Catedral de Palencia, donde se encuentra su sepulcro. Además, también tienen la consideración de templos jubilares las capillas de cada una de las comunidades de la congregación, debido a las actuales dificultades para viajar a los anteriores templos.