El Obispado trabaja ya en el diseño de una cubierta para la Catedral de Málaga
El proyecto, que depende de la autorización de la Consejería de Cultura, está basado en el tejado a dos aguas que dibujó Ventura Rodríguez en 1764
«No habiendo motivo, ni razón de dudar, que el medio más seguro para preservar los edificios de las injurias del tiempo es el cubierto; ... y el más propio, en este caso como queda explicado; el cual conviene se haga sin pérdida de tiempo, por lo importante que es atajar los daños que se experimentan». La frase la dejó escrita Ventura Rodríguez cuando en 1764 proyectó la cubierta de un tejado a dos aguas para la Catedral de Málaga que nunca llegó a realizarse. 255 años después, aquella urgencia que ponía de manifiesto este arquitecto del siglo XVIII para dar una solución a las cubiertas del primer templo de la diócesis sigue plenamente vigente sin que se le haya dado una respuesta definitiva.
El recubrimiento de la parte exterior de las bóvedas que se realizó hace una década a raíz de un concurso de ideas promovido por la Junta de Andalucía sigue resquebrajándose y poniendo en evidencia las carencias de una medida que supuso un coste de casi dos millones de euros y que no ha servido para frenar las filtraciones del monumento, que se evidencian en las humedades y pérdidas de materiales que siguen cayendo sobre las redes colocadas bajo los techos de la Catedral.
Ante este panorama, y aprovechando la vía de diálogo abierta el pasado mes de marzo con los nuevos responsables de la Consejería de Cultura, en manos del PP, el Obispado trabaja ya en un diseño de cubierta para la basílica, que podría tramitarse en paralelo a la aprobación del plan director para el monumento que la diócesis presentó ante la Junta a finales de 2016 y que está pendiente de la corrección de determinadas cuestiones para salvar los reparos que inicialmente pusieron los técnicos de Cultura.
Ya en ese plan director se apostaba por la realización de la cubierta que quedó proyectada en el siglo XVIII como la mejor y definitiva solución para atajar los problemas de humedades que afectan a la Catedral. Sin embargo, los informes que emitió la Junta hace dos años supeditaban la decisión respecto al tejado a realizar una serie de análisis sobre el funcionamiento de la 'segunda piel' de ladrillos con la que se recubrió el exterior de las bóvedas según la idea del arquitecto gaditano Juan José Jiménez Mata, porque consideraban que «ha atenuado en gran medida los problemas de humedades por infiltración» y «ha demostrado un alto índice de eficacia». Esos análisis se han realizado en los últimos años a cargo de la diócesis y han arrojado unos resultados que avalan el argumento de los técnicos del Obispado en el sentido de que ese recubrimiento no funciona y su evidente deterioro urge su retirada y reemplazamiento por el tejado a dos aguas que quedó proyectado en la época barroca.
Y en el diseño de ese tejado se encuentran ya inmersos, según ha podido conocer este periódico, el arquitecto de la Catedral Juan Manuel Sánchez La Chica, y su colaborador Adolfo de la Torre Prieto. Ambos son autores de la exposición y el libro 'La Catedral de Málaga. Una sinfonía inacabada' que vio la luz en octubre del año pasado, un trabajo en el que se reiteró la necesidad de acometer la cubierta a dos aguas para frenar las filtraciones, e incluso se llegaron a avanzar planos sobre cómo sería su proceso constructivo, siguiendo en todo momento los dibujos que dejó Ventura Rodríguez.
«El tejado inclinado a dos aguas resulta el método que la historia ha demostrado como el más eficaz para la correcta evacuación de aguas. El uso de la madera para el armazón de la cubierta, construido con la tecnología que la industria hoy nos brinda, sería el más adecuado por su ligereza y por ser capaz de asumir los movimientos naturales producidos por las dilataciones. También la historia nos ha demostrado la eficacia de la teja cerámica vidriada, material impermeable que asume con naturalidad las dilataciones de un tejado expuesto a grandes diferencias de temperatura», se expuso en los paneles que formaron parte de la exposición en el trascoro de la Catedral, toda una declaración de intenciones para dar forma al diseño de la cubierta que ya está muy avanzado.
La diócesis confía en obtener el plácet de la Junta ante el evidente fracaso de la 'segunda piel' de ladrillos
No obstante, su autorización depende en última instancia del visto bueno de la Consejería de Cultura. Una luz verde que los responsables de la diócesis confían en obtener ante el evidente fracaso de la 'segunda piel' de ladrillos que se aplicó a las bóvedas; y por la nueva etapa de diálogo abierta a raíz del cambio de gobierno en la Junta de Andalucía. De hecho su actual consejero de la Presidencia, el malagueño Elías Bendodo, se ha comprometido especialmente con dar una solución a los problemas que presenta la Catedral, tal y como anunció en la respuesta a un escrito de la Asociación Ciudadana Málaga por su Catedral, que defiende igualmente la realización del tejado (ver SUR 6/3/2019).
Por otra parte, según fuentes consultadas por este periódico, hay una circunstancia que también puede favorecer el que el Obispado logre de Cultura su autorización para la retirada del recubrimiento que se realizó hace una década y la ejecución del tejado. En los últimos meses se ha producido una renovación y ampliación del personal técnico de la delegación provincial de la Consejería de Cultura, ante la reactivación tras la crisis de numerosos proyectos urbanísticos que requieren su visto bueno preceptivo y vinculante. Según ha podido conocer SUR, esos nuevos técnicos son más proclives a aceptar las tesis del Obispado y a admitir que la solución que se aplicó a las bóvedas no ha cumplido su función, por lo que cabe analizar la propuesta de plantear una cubierta para la Catedral.
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