«Nunca pensé que Dcoop iba a alcanzar la dimensión que hoy tiene como empresa»
Antonio Luque. Presidente de Dcoop ·
«Estamos seguros de que las operaciones corporativas que hemos realizado con Bell-Carter y Maçarico nos van a dar muchas alegrías para nuestros socios»Antonio Luque (Málaga, 1958), director general de Dcoop desde su creación y desde 2016 presidente del gigante agrolimentario malagueño, asegura que nunca pensó que la ... compañía que hoy preside llegaría a alcanzar las dimensiones actuales (75.000 agricultores y ganaderos asociados y más de 1.000 millones de euros de facturación). Destaca de Dcoop que es hoy por hoy una empresa agroalimentaria sólida y consolidada, aunque reconoce que aún tienen mucho por hacer. Defiende que las administraciones públicas deben potenciar que las empresas agroalimentarias tengan mayor tamaño y dimensión para poder posicionar mejor los productos de los agricultores y ganaderos en el mercado internacional.
-¿Qué balance hace de 2018 al frente de Dcoop?
-Ha sido un año que para nosotros tiene asuntos bastante importantes. Por un lado, las producciones que hemos tenido han sido inferiores a las de años anteriores y los precios medios no ha sido tan buenos. Esto significa que a nivel de facturación no va a ser récord, ya que vamos a estar por debajo de 2017, pero nos seguiremos manteniendo en el entorno de los 1.000 millones de euros. Por otro lado, 2018 ha sido un año bueno porque hemos continuado con algunas operaciones corporativas que nos están aportando mejoras importantes en la comercialización de nuestros productos. Se ha consolidado el acuerdo con Pompeia, aunque fue en 2017 cuando entramos hasta el 50% de la compañía. Pompeia se ha consolidado como marca líder en Estados Unidos, y por tanto estamos contentos.
-Durante este ejercicio han protagonizado otras operaciones corporativas importantes, ¿no es así?
-Hemos realizado dos operaciones en aceituna de mesa. Una, con el grupo Bell-Carter, en Estados Unidos, y otra, con Maçarico, en Portugal. Estamos empezando a enviar aceituna a ambos países a estas compañías y creo que ello nos va a consolidar en una posición bastante buena en el sector de la aceituna de mesa. Creo que 2018 ha sido un año en el que hemos empezado estos proyectos nuevos, que nos van a dar mucho trabajo, pero también muchas alegrías para nuestros socios porque tendremos una mejora importante en la comercialización. Además también van a servir, como en el caso de Bell-Carter, para que en un futuro podamos consolidar este proyecto con el de Pompeia y tener un buen grupo industrial y de comercialización tanto de aceituna como de aceite, al que podamos incorporar incluso algún otro para comercializar en Estados Unidos.
-¿Qué frutos han empezado a recoger ya a través de estas operaciones?
-En Estados Unidos, por ejemplo, gracias a ello, vamos a vender más de 30 millones de kilos de aceite. No sólo estamos incrementando las ventas de graneles, sino también de aceite envasado. En Estados Unidos vamos a envasar una gran cantidad y otra parte aquí. Hace cinco años vendíamos en el mercado estadounidense 500.000 litros de aceite y ahora estamos en tres millones de litros envasado y 30 millones de litros a granel, por lo que la evolución ha sido importantísima. Pero además, estamos seguros de que seguiremos creciendo en este mercado en los próximos años.
-Alcanzar de nuevo la barrera de los 1.000 millones de euros en facturación es un gran logro, ¿lo cree así?
-Por supuesto. Estamos en esa cifra y lo que está claro es que las perspectivas son superar esa cantidad con soltura en los próximos años. Además aclaro que en esa cifra no entra la facturación de nuestra participación en Pompeia ni la de Mercaoleo. Si lo consolidáramos todo la facturación del grupo en 2018 sería de unos 1.200 millones.
-Con estos datos, parece claro que Dcoop es la compañía agroalimentaria líder de Málaga.
-Eso está claro, como lo está también el hecho de que somos de las más importantes de Andalucía. Pero lo importante es que somos conscientes de que nos queda mucho trabajo por hacer todavía. Estamos seguros de las dos operaciones realizadas con Bell-Carter y Maçarico nos van a dar muchas posibilidades en aceituna de mesa y creo que haremos cosas para mejorar a nivel logístico y financiero en Estados Unidos. Con Pompeia y Bell-Carter hay muchas sinergias y cara al futuro iremos viendo cómo podemos captar esas sinergias.
-¿Pensó alguna vez cuando puso en marcha la antigua Hojiblanca que Dcoop iba a tener las dimensiones actuales?
-La verdad es que no. Cuando empezamos a trabajar con la antigua Hojiblanca, en 1987, facturábamos 1.000 millones de las antiguas pesetas, es decir, seis millones de euros e incluso menos. Era difícil imaginar que íbamos a llegar a este nivel de empresa. Siempre digo que es importante la facturación, pero también los fondos propios que tienes y cómo estás de capitalizada. Me acuerdo que en 1987 teníamos 1.650.000 pesetas de capital social, mientras que probablemente este año 2018 superemos los 110 millones de euros de fondos propios y patrimonio neto. La evolución ha sido importante en facturación y en consolidación empresarial, en mercados y en posicionamiento. Puede haber gente que piense que deberíamos hacer las cosas de otra manera y probablemente hay muchas cosas que no hacemos bien y tenemos nuestros fallos, somos humanos, pero está claro que hoy por hoy Dcoop es una gran empresa agroalimentaria muy solida y consolidada. Creo que estamos haciendo lo que podemos por nuestros miles de agricultores y ganaderos, que tenemos muchas cosas más por hacer y eso nos llevará a seguir creciendo y a ser cada vez más sólidos para garantizar el futuro de los socios.
-¿Qué objetivos se ha marcado para 2019?
-Hay varios objetivos claves. Uno, consolidar el proyecto en aceite de oliva. La cosecha de Dcoop en 2019 va a ser bastante más importante que la de 2018 y probablemente tengamos una situación de precios un poco más bajos, aunque cuando las situaciones de mercado están más difíciles los socios de Dcoop están mejor posicionados. Es decir, cuando tenemos precios bajos es mucho más fácil que nuestros agricultores tengan una mejor situación que los que están fuera de la cooperativa, y eso en 2019 lo tendremos que demostrar en todos nuestros sectores. Tendremos que seguir creciendo en la industrialización, en el envasado, en cuanto al aceite de oliva, porque vienen tiempos difíciles, años con crecimientos, y el objetivo es vender más aceite embotellado, si es posible con nuestras marcas. En aceituna de mesa, en 2019 nos tendremos que consolidar como líderes con Bell-Carter y Maçarico a nivel mundial indiscutible. También deberemos consolidarnos para que la producción de nuestros socios de aceituna de mesa salga industrializada y a un buen precio. En todos los sectores hay que dar ese paso.
-¿Descartan alguna operación corporativa más durante 2019 para seguir creciendo?
-No descartamos tener alguna operación corporativa más. No es que lo tengamos como objetivo, pero no descartamos que podamos dar algún pasito más en este sentido. En aceite de oliva, tenemos muy consolidado el mercado americano, pero igual hay otros mercados en los que nos pueda interesar alguna operación para consolidarnos. Creo que 2019 vamos a estar en aceite de oliva en un nivel de envasado, entre Pompeia, Mercaoleo y nuestra actividad aquí, en unos 120 millones de litros. Tenemos entre 220 a 230 millones de litros al año, lo que quiere decir que quedan todavía otros 100 millones de litros que vendemos a granel. Eso significa que tenemos mucho trabajo por hacer.
-¿Hacia dónde debe ir la agricultura?
-Hacia una agricultura más profesionalizada, que necesite mano más cualificada y más estable. Lo que está pasando este año con la falta de jornaleros se seguirá produciendo en años de gran cosecha.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión