La mujer del alcalde de Málaga ya le pedía a su marido en 1977 que no se presentara a las elecciones
«He hecho todo lo posible para que no se presente, mi campaña ha sido dura», declaraba Rosa Francia a SUR cuando supo que Francisco de la Torre lograba un escaño en el Congreso por UCD
«He hecho todo lo posible para que no se presente, mi campaña ha sido dura, pero...». La frase bien podría ser el titular de ... este martes, cuando el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, confirmaba que volvía a optar a la alcaldía para afrontar su sexta legislatura, pero no lo es. Aparece recogida en una edición especial de SUR del 16 de junio de 1977 y su autora es Rosa Francia, esposa del regidor, que por entonces ya mostraba su disgusto por la nueva aventura política de su marido.
La diferencia, en aquella ocasión, es que el camino emprendido por De la Torre no era la Casona del Parque, sino el Congreso de los Diputados, cuando España celebraba las primeras elecciones de la democracia y el hoy alcalde se hacía con un acta por Málaga por el partido UCD (Unión de Centro Democrático).
En estos 45 años desde aquellas urnas, el puerto se ha abierto al fin a la ciudad, se han peatonalizado las calles Larios y la Alameda, ha llegado el metro, el Málaga CF llegó a jugar la Champions y la población de la provincia casi se ha multiplicado por dos. Pero Rosa Francia, mujer discreta y siempre en segundo plano, sigue manteniendo la misma postura sobre la intensa carrera política de su esposo, que en diciembre cumplirá 80. Una posición llamativa, y no sólo por los años que han pasado, sino porque no son habituales esos arranques de sinceridad desde los círculos más próximos de los políticos.
No es el caso de Francia, cuya declaración de 1977 aparece, además, destacada en uno de los subtítulos de la crónica a toda página con la que el periodista M. Ángel Martín pulsa los ánimos en la ciudad el mismo día de la votación. En este contexto, el texto de SUR recoge: «En el Paseo de Reding, Paco de la Torre y su mujer se dirigen hacia la sede del partido. Él está optimista (...). Para María Rosa Francia, su esposa: »He hecho todo lo posible para que no se presente, mi campaña ha sido dura, pero...«, dice sin terminar la frase pero con las ideas claras.
Esa nitidez en su actitud la ha demostrado, de hecho, en todas y cada una de las oportunidades que ha tenido de admitir en público -sobre todo cuando para su marido se acerca el momento de decidir si vuelve a ser candidato o no- que sigue sin estar de acuerdo con que se mantenga en la primera línea.
«Estoy contrariada y fastidiada(...). Lo mejor para él hubiera sido decir no». Así se manifestaba, por ejemplo, Rosa Francia en 2018, cuando De la Torre se presentaba por (pen)última vez como candidato a la alcaldía y en casa albergaban la esperanza de que el marido, el padre y el (ya) abuelo diera un paso al lado. Tampoco ha sido diferente este martes, unos minutos después del anuncio del alcalde ante los medios: «De momento me he puesto triste, pero yo tenía el convencimiento de que se volvía a presentar«, decía Francia, 45 años después de aquella crónica de 1977, en un nuevo arranque de sinceridad. Pero, sobre todo, de paciencia infinita.
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