Moneo toma posición
La cadena hotelera H10 acaba la estructura del hotel que domina el nuevo Hoyo de Esparteros tras casi veinte años de trámites y polémicas sobre su volumen
El calendario se ha cumplido y, pese a los momentos de dificultad que trajo el arranque de la pandemia el año pasado, las obras del ... proyecto para regenerar la zona de Hoyo de Esparteros se encuentran ya finalizadas en lo relativo a la estructura de los edificios previstos en este enclave del borde del Centro Histórico hacia el Guadalmedina. Tras casi veinte años de trámites y polémicas, el hotel diseñado por el afamado arquitecto Rafael Moneo ha completado sus forjados y pilares hasta alcanzar la altura prevista de planta baja más ocho y ático, un volumen que ha cosechado no pocas críticas en las redes sociales pero que se ajusta a lo permitido tanto por el Ayuntamiento como por la Junta de Andalucía en los diferentes trámites de planeamiento que se completaron años atrás.
Ahora que ya se aprecian los 40 metros del hotel y su protagonismo en este entorno del río, no hay que olvidar que su realización ha sido posible gracias a que tanto la administración local como la autonómica –entonces gobernada por el PSOE– tramitaron un plan de ajustes de alturas para la fachada oriental del Guadalmedina que ha hecho posible que este proyecto se haga realidad. Un volumen contundente para albergar un cuatro estrellas de 138 habitaciones que se sumará en los próximos meses a la creciente oferta hotelera de la ciudad.
La constructora San José se afana estos días en completar la planta de ático del hotel, en la que se albergarán los casetones para las instalaciones –cubiertos por paneles solares–, la piscina y la zona para que los clientes puedan tomar el sol. Además, ya han empezado a levantarse los muros de la fachada de las plantas bajas, en las que llegó a realizarse una habitación piloto para comprobar el resultado del diseño de Moneo, marcado por el contraste entre el blanco del mortero de sus paramentos y el colorido de las terrazas de sus habitaciones, que estarán cubiertas por azulejos de diversas formas y tonalidades en suelo, paredes y techo. Estas terrazas han sido concebidas por el arquitecto como «un patio privado» al que da no solo el dormitorio, sino también la zona de bañera del cuarto del aseo. Para Moneo, esta distribución de las habitaciones constituye «la contribución más valiosa y novedosa que un proyecto como este hace a la arquitectura de hoteles».
Desde la cadena hotelera H10, promotora del proyecto, confían en que el hotel pueda abrir sus puertas para la primavera del año próximo, a finales del primer trimestre. Hasta llegar a ese momento, se espera que Rafael Moneo, de 84 años de edad, visite Málaga con mucha frecuencia, prácticamente cada semana, para hacer un seguimiento de las obras 'in situ'.
La promotora prevé que el cuatro estrellas abra sus puertas para la primavera del año próximo
Inversores y empresas se interesan por los espacios del edificio comercial y el que reproduce La Mundial
Este arquitecto defendió en la memoria del proyecto que igualar el hotel a la altura del edificio situado en la esquina de enfrente de la calle Prim «es la mejor manera de neutralizarlo». No obstante, como se apreciaba en los planos, y ahora ya también en la realidad, resulta más elevado que ese inmueble.
Sus defensores, que también los hay, argumentan justamente que esa fachada del casco antiguo al Guadalmedina ya rompió las proporciones de la ciudad antigua con edificios como el de 12 plantas que domina la confluencia del pasillo de Santa Isabel con la plaza de Enrique García-Herrera (Camas) o el mencionado de la esquina de la calle Prim frente al hotel, con una altura de planta baja más ocho.
Por el contrario, los hay que consideran este nuevo hito arquitectónico para el corazón de la ciudad como un atentado para el paisaje urbano del entorno del mercado de Atarazanas. Así lo han hecho notar subiendo en sus perfiles en redes fotos de las obras tomadas desde las calles que desembocan en el Hoyo de Esparteros y comentarios de rechazo al hotel, haciendo juegos de palabras con el apellido de su autor.
Y es que la polémica ha marcado desde el principio este proyecto, que supuso unos ingresos de casi cinco millones de euros para las arcas municipales por el convenio urbanístico que lo avaló y tuvo su primer episodio controvertido con el derribo del edificio que albergó la pensión La Mundial. H10 ya ha completado también la estructura del que lo reproducirá –reutilizando los herrajes de sus ventanas– en el vértice de la nueva plaza peatonal a la que dará la trasera del hotel, donde sus plantas se recortan para adecuarse a las proporciones de este enclave.
Inversores y empresas ya han mostrado su interés por establecerse tanto en este inmueble, destinado preferentemente a oficinas, como en el que se realiza junto al hotel, de planta baja más una, para un uso comercial. Es posible que en las próximas semanas se cierren los acuerdos para la actividad que van a albergar esas otras dos piezas complementarias del hotel. Las tres construcciones muestran los perfiles de un nuevo Hoyo de Esparteros que, aunque no convenza a todo el mundo, supondrá un nuevo punto de atracción y de vida en el conjunto del Centro de Málaga, dejando atrás una historia marcada por el abandono y la desidia.
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