El milagro de Antonio Cortés
La Casona del Parque ·
El predicador de la Casona supera en tiempo récord un cáncer de próstata, pero sigue penando con los 13.000 euros de la plusvalíaDicen que Dios aprieta pero no ahoga, sentencia con la que seguro coincide el predicador de la Casona, Antonio Cortés. Habiendo superado pasmosamente un cáncer ... de próstata en tiempo récord, lo que viene siendo un milagro si nos ceñimos al lenguaje que a él le gusta usar, sigue sin embargo, cargando con esa insana plusvalía por la que tiene una deuda contraída con el Ayuntamiento, que empezó como el que no quiere la cosa, pero sí la quiere, con 6.500 euros y que ha ido multiplicándose como los panes y los peces, pero sin rentarle nada al deudor, más bien oprimirle, hasta los 13.000 euros.
No sabía la pobre madre de Cortés que al morir y dejarle su casa a su único hijo le iba a caer la maldición del reimpuesto, ese por el que pagan los hijos aunque ya hayan tributado sus padres. La realidad es que Cortés malvive con esos algo más de 400 euros al mes que le proporciona el Gobierno y aunque le hagan un plan de pagos aplazados en el organismo de Gestión Tributaria (Gestrisam), las cuentas no le salen. Cuando uno tiene ese dinero al mes, no sabe si quitarlo de la leche, el pan, el agua, o quedarse a oscuras. Porque nunca mejor dicho, es este pan para este queso y este queso para este pan.
Así que los asiduos a la cosa municipal llevábamos días sufriendo porque Cortés, que suele hacer la ronda todas mañanas, con su despliegue de pancartas incluido, hacía tiempo que no se le veía, o llegaba a horas dispares para luego compaginarlo con su tarea en el Centro, donde sin duda tiene muchos seguidores. Pensaba el personal que Cortés ya no protestaría nunca más y, afortunadamente, estos días ha vuelto a la carga, gracias al milagro que parece haberse obrado allí donde se genera la vida.
Él se aposta con su cruz gigantesca en el pecho y su insignia de la Falange. Muchos se cambiaron la chaqueta, pero él sigue fiel a sus ideas desde el respeto. Fíjense si lo es, que incluso ha obtenido el amparo del todavía grupo municipal IU-Málaga para la Gente y de su edil saliente Remedios Ramos, como ya contamos una vez, que en una loable muestra también de respeto y pluralidad democrática llevó una moción a la comisión de Economía sobre plusvalías, en la que aprovechó para contar su historia y apiadarse de él. Lo que viene siendo la grandeza de la democracia.
En ese huequito del Parque mirando al Ayuntamiento, Cortés se afana en explicar, a todos los que le preguntan, por el calvario o purgatorio, más bien, por el que le está haciendo pasar el Ayuntamiento en vida. El alcalde en funciones y concejal electo Francisco de la Torre prometió durante la campaña que no se pagarían las plusvalías hasta que no se vendiera el domicilio en cuestión, asunto que no sabemos cuándo podrá en marcha en caso de gobernar, pero al que Cortés se entiende que de forma retroactiva no podrá acogerse. Tampoco le valdría, por tanto, que gobernara el PSOE, cuyo portavoz en funciones Dani Pérez fue mucho más allá y dijo que aniquilaría este tributo. Para Cortés, habría de producirse otro milagro, pero ya se sabe que el Arriba está muy ocupado para obrar dos en la misma persona... o una ayuda de verdad en vez del pago aplazado del maldito impuesto.
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