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Fue una escapada de fin de semana para ver Roma, pero también para saludar a antiguos amigos. El matrimonio formado por Pablo Pastor (arquitecto técnico ... de la Diócesis de Málaga) y su esposa Mercedes Sánchez, que son Hijos de la orden de San Agustín (una distinción honorífica que se otorga a los seglares por su especial vínculo y servicio a la congregración), aprovechó el viaje junto a otra pareja de amigos para visitar a la curia general de la orden y reencontrarse con Javier Pérez Barba, que en la actualidad es asistente general de la misma para el Sur de Europa y con el que mantiene una amistad del tiempo que estuvo en Málaga y fue director del Colegio Los Olivos.
Como explica el propio Pastor, «ellos son los sacristanes del Papa. Dentro de las dependencia del Vaticano, al lado de la capilla paulina, hay tres religiosos agustinos que hacen los servicios de sacristanes del Papa». Durante su visita, se encontraron con el cardenal Prevost, a quien Pastor ya tuvo ocasión de conocer hace 18 años cuando estuvo en Málaga y visitó el Colegio de Los Olivos. «Él llegó, nos saludó y estuvimos charlando un rato. Le llevamos un poquito de jamón ibérico y caña de lomo ibérica y lo tomamos juntos. Le encantó».
«Durante la conversación –continúa Pastor– estuvimos hablando de cosas de la orden. Yo le dije que los agustinos somos una gran familia y que, aunque haya diferencias, somos bien avenidos y él me contestó: «¡Pues eso me lo voy a apuntar!».
Su valoración del nuevo Papa es muy positiva: «Es muy cercano, afable, siempre sonriente... Me he llevado una gran alegría, porque va a ser un gran Papa».
La misma impresión comparte la pareja que le acompañaba, Emilio Domingo y su esposa Natalia Rivas. También arquitecto técnico, Domingo no esconde su «emoción y alegría» por haberlo tratado en persona y por haber asistido a un encuentro que siempre permanecerá en su recuerdo. «Habla español perfectamente y nos pareció una persona muy sencilla y cariñosa», recuerda con emoción este malagueño, «con los pelos de punta» unos minutos después de conocer que aquella persona «encantadora» que conoció el pasado 5 de abril es ya el nuevo Pontífice. «Ese día era mi santo y no pude tener mejor regalo; hemos sido bendecidos por Dios».
Aunque breve e informal, durante la charla -asegura Domingo- comentaron el origen español de su apellido Martínez y bromearon sobre la posibilidad de que saliera elegido Papa: «Nos sonrió amablemente, pero no se pronunció sobre el asunto».
Como católicos practicantes, este encuentro tiene un «significado especial» para estas familias, que esperan que se repita algún día y sea tan grato como lo fue cuando León XIV solo era Robert Francis Prevost.
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