La mascarilla no será obligatoria al aire libre desde el sábado, pero habrá que llevarla siempre encima
El tapabocas deberá utilizarse en los espacios exteriores cuando no se pueda garantizar una separación de metro y medio
Que la mascarilla ya no sea obligatoria ponérsela desde el sábado cuando se esté al aire libre no significa que se pueda salir a ... la calle sin llevarla encima.La nueva norma que se aprobará hoy en un Consejo de Ministros extraordinario establecerá que será obligatorio tener siempre consigo una mascarilla para usarla en las ocasiones en que no se pueda respetar la distancia de seguridad de un metro y medio, en exteriores con personas no convivientes. Asimismo, será de obligado cumplimiento ponérsela en conciertos o eventos deportivos masivos en los que no sea posible guardar el metro y medio de separación al no haber asientos asignados. En los espacios cerrados, el tapabocas sigue siendo obligatorio como modo de frenar la transmisión del coronavirus.
El texto elaborado por la Ponencia de Alertas de Sanidad fue presentado al Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud en la reunión que celebró ayer por la tarde. El borrador de real decreto ley que reformará la Ley 2/2021, que desde el pasado 30 de marzo fijaba el uso de la mascarilla sin excepciones en todos los espacios públicos, tanto abiertos como cerrados, con independencia de si se podía guardar la distancia de seguridad. La nueva norma señala: «Cuando las personas se encuentren fuera de su domicilio deberán disponer en todo momento de una mascarilla para uso personal por si así fuera requerido o en previsión de aglomeraciones o necesidad sobrevenida en espacios interiores o en transporte público».
El texto que hoy recibirá la luz verde por parte del Consejo de Ministros es un tanto ambiguo en lo que se refiere a marcar unas pautas concretas sobre cómo actuar en caso de aglomeraciones, por lo que deja al criterio de los ciudadanos cómo afrontar esas situaciones y colocarse la mascarilla.
En cambio, sí ha especificado con claridad que está prohibido quitarse la mascarilla en autobuses, metros, trenes, aviones, teleféricos o barcos. Sin embargo, en este medio de transporte se permite estar sin la protección facial en camarotes privados o en espacios al aire libre (cubiertas) donde se pueda garantizar el metro y medio de separación entre las personas.
En las residencias de mayores y los centros sociosanitarios, donde más del 80 % de los usuarios tengan la pauta de vacunación completa, los residentes podrán no usar el tapabocas en los espacios comunes cerrados. Por otra parte, la nueva norma deja a criterio del Ministerio del Interior las pautas a aplicarse en los establecimientos penitenciarios sobre el uso de la mascarilla en espacios interiores.
Igualmente, no será obligatoria esta prenda en zonas de asueto de personas que trabajen en dependencias de profesionales esenciales (sanitarios, policías, bomberos, militares, profesores, etcétera) cuando el porcentaje de vacunados con la pauta completa en ese colectivo rebase el 80 %.
Opinión de epidemiólogos
Por su parte, expertos en salud pública y epidemiología consultados ayer por este periódico manifestaron que con la llegada del verano hay que liberar un poco las medidas de control. Así, dijeron que en España está bajando la incidencia de contagios de coronavirus, aunque el ritmo de descenso en Andalucía es más lento de lo que sería de desear. «Desde el punto de vista epidemiológico, la mascarilla debería haberse mantenido un mes más en la comunidad andaluza», recalcaron.
El consejero de Presidencia, Elías Bendodo, aunque expresó que la Junta respetará la decisión del Gobierno central de que el cubrebocas no sea obligatorio al aire libre desde el sábado, pidió a los andaluces que «la desaparición de las mascarillas se haga de manera progresiva» para frenar la transmisión del virus. «Todos estamos deseando quitarnos la mascarilla de una vez por todas», afirmó Bendodo, quien, sin embargo, expresó la preocupación de la Junta por un aumento de los contagios si la retirada de la protección facial trae consigo la relajación de población.
Los técnicos del Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas han pedido que la norma de las mascarillas se revise periódicamente y se propongan cambios en función de la evolución de la pandemia.
«Vamos bien en la vacunación, pero no en el descenso de los contagios»
La incidencia acumulada de contagios de Andalucía es de 169,5 por cada 100.000 personas en los últimos 14 días, un cifra muy por encima de la media española (92,5). Por eso, expertos en salud pública y epidemiología consideran que retirar la mascarilla en exteriores «parece un poco precipitado, sobre todo en Andalucía, pero como es una directriz nacional, no se puede hacer nada contra ella». Y añadieron: «En Andalucía, no hay tanta diferencia de como se estaba hace dos o tres meses. Si entonces se llevaba mascarilla, ¿por qué quitarla ahora? Vamos bien en cuanto a la vacuna, pero no en el descenso de los contagios».
Los expertos hicieron hincapié en que el problema se va a dar sobre todo en la gente joven, que no lleve el cubrebocas al aire libre y se olvide de ponérselo cuando entre a espacios cerrados o no lo use al aire libre en reuniones de muchas personas consumiendo alcohol en botellones y en barras improvisadas. «Habrá mucha gente sin mascarilla y sin posibilidad de protegerse, personas de 20 a 30 años que ahora mismo son la diana del virus, porque no están vacunadas», recalcaron Y aseguraron: «No cabe descartar que, si no repuntes de casos, sí que se tarde más en doblegar la curva, no baje la incidencia con la rapidez que se querría y nos mantengamos dos semanas más en la fase de meseta hasta que la vacunación llegue a esos grupos de población joven».
Por parte, el Comité Territorial de Alerta de Salud Pública decidió en su reunión de ayer que la provincia de Málaga en su totalidad esté en nivel 1 (el mejor). En esa situación se encuentran los distritos de Axarquía, Costa del Sol, La Vega, Málaga, Serranía y Valle del Guadalhorce.
Los criterios que se miden para establecer el nivel son la incidencia en los últimos 14 y siete días, las pruebas diagnósticas de infección activa (PDIA), la tasa de contagios entre las personas mayores de 65 años, los porcentajes de trazabilidad de los positivos, los índices de hospitalización y de camas de UCI ocupadas y el porcentaje de vacunación.
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