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A María le gustaba ir al colegio y se le daban bien los estudios. Leía mucho y siempre preguntaba por todo, era una niña muy ... curiosa, pero también con mucho arte. Por eso una canción le cambió la vida cuando sólo tenía cuatro años: «Yo me llamo María, ¡María! Y juego to' los días... Yo tengo mi pompón, pompón, pompón, pompón» cantaba en el programa infantil de televisión 'Menuda Noche' –presentado por Juan y Medio– para convertirse, sin saberlo, en toda una 'influencer' de aquellos tiempos. Nacida en el 2000, María Figueroa vive de Alhaurín de la Torre y ahora, a sus 24 años, su vida ya no está llena de pompones y canciones: se dedica a la auditoría después de haber estudiado el doble grado de Derecho y Administración y Dirección de Empresas en la Universidad de Málaga.
En 2005 salió su primer disco, 'Menuda es' y al año siguiente el segundo, 'Pomponmanía'. Su memorable actuación en el programa televisivo provocó un 'boom' tanto en padres como niños fieles a 'Menuda Noche'. Pero ella dejaba ver en el escenario un desparpajo que, confiesa, luego no tenía nada que ver con la realidad: «Dicen que me transformaba porque antes de salir me escondía detrás de mi madre, me daba mucha vergüenza», asegura la malagueña en una conversación con SUR en la que recuerda su trayectoria. Y anécdotas divertidas que, aunque ella no recuerda, su familia le ha contado. «La primera vez que fui al programa, antes de cantar me quedé dormida», ríe; «pero con las mismas que me desperté me fui a cantar una copla vestida de gitana».
En una de sus actuaciones apareció con dos coleteros de pompones y desde ahí pasaron a formar parte de ella para toda la vida. 'La niña del pompón' le decían –y le dicen aún cuando la reconocen–. «Estuve de viaje en República Dominicana y las animadoras del hotel me los regalaron. Me encantaron y mi madre me los puso para la actuación; en el programa me decían que cada semana los llevase y al final se quedó ese complemento como mi seña de identidad», cuenta María Figueroa. Y tal fue el 'boom' de los pompones y la caracterización de la pequeña artista que su madre se los iba haciendo semana a semana según la ropa que iba a llevar al programa.
De todos los tamaños y colores, los coleteros de pompones también se convirtieron en un reclamo de pulseras, anillos e incluso pendientes que se vendían en mercadillos y tiendas de complementos. Así fue como María Figueroa se convirtió en toda una 'influencer' en los 2000: «Lo que más recuerdo es cuando se me acercaban las niñas en el cole y me regalaban coleteros de pompones que hacían ellas mismas. Me vienen algunos 'flashes' de aquella época, pero la verdad es que siendo una niña me quedaba con lo que más me impactaba... En el colegio también me pedían que cantara la canción del pompón ('Me llamo María') y yo, como era tan pequeña, les decía: '¡Pero si lo que quiero es jugar!'», explica entre risas.
Después de los dos discos, sus apariciones en la televisión y todas las actuaciones llenas de pompones, María Figueroa creció, se hizo mayor y ya no le llamaba tanto la atención ese mundo. Ella se define como «una niña normal y corriente a la que le gustaba mucho cantar, sus dos hermanas también lo hacían y en casa siempre había escuchado mucha música». Pero también reconoce que hubo un momento en el que los pompones ya no le hacían tanta ilusión: «Me fui haciendo mayor y ya dejé los pompones y la música a un lado para estudiar y avanzar en el colegio, que también me gustaba mucho. Hubo un momento en el que la música era casi inexistente para mí, aunque a los 13 años me apunté a clases de canto y lo retomé; volví a reconectar con las canciones. De vez en cuando iba a algún programa porque me llamaban, pero tampoco le daba mucha importancia; me hacía ilusión, pero no era en lo que estaba centrada en ese momento», profundiza Figueroa.
Nunca había pensado que acabaría estudiando algo relacionado con los números y finanzas, ya que siempre se había decantado por los libros y el arte. Pero Derecho y ADE llegaron a su vida y ahora, tras realizar sus prácticas universitarias, trabaja en su día a día como auditora. Su rutina se centra en el trabajo, pero ha vuelto a la televisión en los últimos años con su aparición en 'Factor X' 20 años después del famoso 'Me llamo María'. También en redes sociales sube algunos reels y vídeos cantando y cuenta con casi 15.000 seguidores que aún recuerdan a la 'niña del pompón' con mucho cariño y nostalgia. «No me pongo obligaciones ni me quiero forzar a subir vídeos en redes sociales. Estoy explorando con la música, aunque ahora mi rutina se centra en lo laboral; cuando tengo tiempo libre vuelvo a la música, mi gran 'hobby'», concluye María Figueroa.
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