Málaga ultima las pruebas para suministrar agua desde el gran 'pantano' subterráneo
El sistema de pozos del Bajo Guadalhorce, con potencial de más de 800 litros por segundo, empieza a enviar caudales a El Atabal tras una inversión de 16 millones de euros
Es un proyecto clave en el que han colaborado la Junta de Andalucía en el marco del Plan de Sequía y el Ayuntamiento de Málaga. ... Y ha supuesto recuperar cinco viejos pozos en el Bajo Guadalhorce capaces de suministrar más de 800 litros por segundo a la ciudad. Ese potencial es superior al de un embalse como El Limonero o Casasola llenos. Lógicamente, no se tirará del máximo salvo en situación de emergencia, para no esquilmar el acuífero. En estas semanas, Emasa tiene en pruebas todo el sistema, con sus canalizaciones, bombeos y electricidad.
Este mismo miércoles han empezado a probar llenando la tubería que conduce desde los pozos de Perales y Puente del Rey hasta la desalobradora de El Atabal. Son pruebas paulatinas y muy controladas, con caudales pequeños (unos 100 litros por segundo) para no forzar la conducción.
Más pruebas
En las próximas semanas, habrá que probar bombeos, telecomunicaciones y sistemas de control con la idea de empezar a recibir agua en El Atabal a finales de mes.
La estrategia de pozos va al alza en Málaga, sobre todo a partir de la última sequía. Se ha avanzado mucho en su conocimiento, estudio y explotación. Se trata de combinar su uso para combinarlo con el agua de embalse. Los pozos bajan la presión sobre los pantanos, pero, a su vez, hay que tratar de no forzarlos. Los trenes de borrascas y danas del invierno pasado han permitido más flexibilidad de usos. Y llama la atención que a estas alturas del verano el río Grande deja agua todavía en el azud de Aljaima.
Laboratorio
La cuestión es que venga de donde venga el recurso, el agua que sale por los grifos lo hace con parámetros uniformes de calidad, con bajos niveles de conductividad (sal) y dureza (cal) gracias al trabajo de la desalobradora de El Atabal.
Málaga tiene, en suma, la enorme oportunidad de gestionar el gran 'pantano' subterráneo situado en el Bajo Guadalhorce. Es clave no 'matar a la gallina de los huevos de oro' y Emasa ha sacado a concurso una potente consultoría para monitorizar qué es lo que ocurre en este acuífero aluvial minuto a minuto durante los dos primeros años y medio.
Caudales
Las primeras estimaciones apuntan a un caudal entre los cinco pozos (3 en Perales, polígono Santa Teresa, y 2 en Puente del Rey, zona aeropuerto) de hasta 900 litros por segundo. Es más de la mitad del caudal que fluye por la red de Málaga. Pero ése es el caudal nominal. La potencia máxima, por simplificar. Los recursos subterráneos tienen un riesgo: pueden bajar en cantidad y calidad muy rápidamente. Pueden salinizarse, por ejemplo. O filtrar pesticidas y sustancias químicas poco deseables.
Emasa, con la experiencia ya del entramado de pozos de Aljaima y Fahala (Cártama) prefiere tener un indicador que recomiende un caudal de explotación. De entrada, dado el buen nivel de los embalses, el uso se ceñirá a unos pocos de cientos litros por segundo, lo que se determine.
Monitorización
Málaga está a punto de contratar por 300.000 euros una consultoría con un desarrollo de 30 meses que incluye una gran cantidad de análisis de laboratorio y sobre la evolución cualitativa y cuantitativa del acuífero aluvial del Bajo Guadalhorce. Se trata de monitorizar su evolución durante las primeras fases de suministro.
La rehabilitación de Perales y Puente del Rey ha supuesto más de 15,4 millones de euros de inversión. Emasa asumió el acondicionamiento de estos cinco pozos con una presupuesto de 2,3 millones. Por su parte, la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural se ha encargado de la ejecución de las conducciones necesarias para transportar el agua extraída hasta el depósito existente al norte del aeropuerto y, desde ahí, a las canalizaciones que conectan con la red principal hasta la estación potabilizadora de El Atabal. En todo este proceso de recuperación de pozos, caudales e infraestructura, tramitado por procedimiento de emergencia, han intervenido empresas especializadas como Fadelpo, PTOC y Rialsa.
Sistema Ranney
El sistema constructivo de Perales, conocido como Ranney, consiste en un gran pozo vertical a modo de tubo y con forma de paraguas invertido, de manera que las 'varillas' son las captaciones que vierten al vaso y ese agua es posteriormente bombeada hacia arriba con una gran presión. Hay que tener en cuenta que el líquido debe elevarse en vertical más de 60 metros. Todos los pozos de Perales se construyeron con el mismo sistema.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión