Málaga reparará la antigua chimenea industrial de la Cros junto a Tabacalera
Urbanismo culmina la redacción del proyecto para restaurar este vestigio que cuenta con protección arquitectónica
Uno de los vestigios del pasado industrial de Málaga que todavía no han sido reparados será sometido a un proceso de restauración para su puesta ... en valor. Se trata de la chimenea existente entre los últimos edificios de viviendas que se construyeron en el paseo marítimo de Antonio Banderas, a la altura del complejo de Tabacalera. Catalogada dentro del Patrimonio Inmueble de Andalucía y con protección arquitectónica integral en el Plan General de Ordenación Urbanística, esta torre perteneció a la fábrica de La Trinidad, que producía ácido sulfúrico para la creación de abonos artificiales para la agricultura a finales del siglo XIX.
La Gerencia Municipal de Urbanismo ha culminado la redacción del proyecto para repararla con el objetivo de sacarlo a concurso para la contratación de las obras. Tras la realización de un diagnóstico previo, la intervención que acometerá el Ayuntamiento consistirá en la limpieza de la fábrica de ladrillo; reposición de elementos cerámicos con piezas de idéntico tamaño y características; relleno de fisuras con morteros; y eliminación de las hiladas fracturadas hasta descubrir el anillo interior, retirada del óxido, y limpieza para posterior reposición de las hiladas con ladrillo de idénticas características estéticas y técnicas.
Nido para halcones
Además, se realizará una losa de cubrición de la edificación anexa a la chimenea, se cerrarán los huecos laterales, y se colocará una cornisa de acero corten en la que se dispondrá la palabra 'CROS', nombre de la chimenea. Asimismo, el proyecto, valorado en 446.950 euros, contempla la urbanización del entorno de esta construcción, la instalación de un sistema de iluminación y la colocación de un nido para halcones peregrinos en la coronación de la chimenea.
La fábrica a la que perteneció esta chimenea comenzó su actividad en 1884, y en ella se trataban los fosfatos de origen animal y los superfosfatos de origen mineral con ácido sulfúrico para la elaboración de abonos. En 1910 pasó a ser propiedad de la sociedad General de Industria y Comercio, y en 1936, de la Unión Española de Explosivos. Posteriormente pasó a manos de la fábrica Cros hasta que cesó su actividad en los años 90.
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