Málaga, entre las ciudades con más mortalidad por la falta de zonas verdes
La capital malagueña está entre las peor situadas de 93 urbes de la UE, con 113 fallecimientos cada verano atribuibles a las islas de calor urbanas
Ignacio Lillo y Datos y gráficos: Lidia Carvajal
Málaga
Miércoles, 1 de febrero 2023, 13:18
La capital malagueña tiene muchas virtudes de las que presumir, pero la abundancia de zonas verdes no es precisamente una de ellas. Numerosas voces, desde ... el ámbito de la Universidad, así como políticos, ecologistas y ciudadanos, vienen denunciando desde hace años que los barrios necesitan más árboles; pero la constatación científica de esta realidad acaba de llegar de la mano de un estudio europeo, publicado ayer en la prestigiosa revista científica The Lancet.
El informe, liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona, junto a diversas instituciones académicas de España, de la Comisión Europea, de Reino Unido y de Estados Unidos, sitúa a Málaga entre las urbes de la UE donde se producen más muertes al año por los efectos de la llamada «isla de calor», que es la elevación de la temperatura que se produce dentro de las zonas urbanas por la escasez de zonas verdes que den sombra, frente a elementos calentadores como son el asfalto y los motores de los automóviles, entre otros.
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En concreto, sobre la capital de la Costa del Sol, el documento afirma que en verano se alcanzan temperaturas medias de 27,7 grados, con un efecto de isla de calor que se cifra en 1,9 grados. Casi el 99% de la población está expuesta a un grado más a causa de este fenómeno, lo que da lugar a la muerte prematura de forma directa de un promedio de 113 personas durante la época estival (con una horquilla de 100 a 125 casos). No sólo eso, sino que más del 12% de las defunciones anuales tienen entre sus causas las altas temperaturas que se alcanzan en verano, siempre según el documento al que ha tenido acceso SUR.
Así, Málaga aparece entre los municipios señalados con los peores indicadores en cuanto a población afectada por el efecto isla de calor; pero también sería de las más beneficiadas si se incrementara el arbolado urbano de sombra, por lo que hay mucho margen de mejora.
Entre las ciudades en Europa que tienen peores datos están Budapest, donde cada año se producen 378 muertes por esta causa, mientras que en la capital de Hungría, el 9% de las defunciones anuales están vinculadas con este factor. Y Barcelona, con 363 fallecimientos y un 15% de mortalidad vinculada a la calina.
En términos relativos, Málaga sale todavía peor parada, y es la segunda ciudad con mayor mortalidad atribuible al efecto isla de calor en verano (12,4%), solo por detrás de Barcelona (14,8%). Madrid (12,3%) y Palma de Mallorca (12,0%) también están entre las peores, en una lista donde también aparecen Sevilla y Cluj-Napoca, en Rumanía.
En el lado opuesto están las principales urbes suecas, así como varias de Reino Unido y las repúblicas del Báltico, donde apenas hay fallecimientos por esta causa. El estudio se ha hecho sobre 93 metrópolis del continente.
La investigación, de cuyos resultados preliminares ya informó SUR en noviembre de 2021, tiene en cuenta los núcleos más grandes de la UE, con una población conjunta de 57 millones de habitantes. Los datos hacen referencia a los meses de junio, julio y agosto de 2015, y toma como referencia datos diarios en alta resolución de zonas rurales y urbanas de cada municipio.
Sobre las soluciones, ya el título del informe da una pista muy clara: «Enfriar las ciudades con infraestructuras urbanas verdes: una evaluación del impacto sobre la salud en las ciudades europeas». Según se describe, las altas temperaturas están asociadas con muchos efectos sobre la salud, entre los que se incluye la «muerte prematura». La combinación del calentamiento global debido al cambio climático y la expansión de las metrópolis significa que la intensificación de las islas de calor urbanas tiene efectos adversos sobre la salud de la población.
La solución, más árboles
Frente a esto, la infraestructura verde urbana (básicamente, la creación de jardines con árboles de copa) puede reducir las temperaturas a nivel local, siempre que se incremente en torno a un 30%. Como término general, un incremento de la cobertura vegetal a este nivel daría lugar a un enfriamiento de 0,4 grados, lo que permitiría prevenir 2.644 muertes prematuras en Europa, lo que supondría casi el 2% de todas las defunciones asociadas al verano.
«Un tercio de las muertes por calor en las ciudades europeas durante el verano podrían evitarse aumentando la arboleda urbana hasta en un 30%», concluyen los investigadores, para quienes las cubiertas vegetales también tendrían el efecto de transformarlas en entornos más frescos, sostenibles y resilientes frente al cambio climático.
El calor excesivo y creciente se asocia a nivel médico con el aumento de las enfermedades cardiorrespiratorias y los ingresos hospitalarios, especialmente de las personas vulnerables, mayores y niños.
Los autores también proponen alternativas a la dificultad de ajardinar determinados barrios debido a su configuración, tales como cubiertas vegetales en los edificios, que también permitirían rebajar la temperatura. A ello, se añade la necesidad de preservar los ejemplares viejos, puesto que los jóvenes tardan mucho en crecer y dar sombra.
Málaga alega que tiene el mayor porcentaje de cobertura verde en España
Frente a estos malos datos del estudio, desde el Ayuntamiento de Málaga sacan pecho sobre su gestión en materia de parques y jardines. Fuentes municipales alegan que la ciudad tiene el mayor porcentaje de cobertura vegetal de las ciudades españolas que figuran en el informe, con un 15,75%. A ello, se añade que los datos están referidos a 2015, y la masa arbórea ha crecido mucho desde ese año hasta ahora. A nivel europeo, solo Berlín y Oslo tienen el nivel óptimo, por encima del 30%.
«Ese 15% de cobertura evita muchas muertes con el calor que hace en Málaga en verano», indican, a la vez que ponen de relieve que el estudio de la Agencia Europea de Medio Ambiente, con datos de cobertura vegetal obtenidos por el satélite Copernicus, cifran en un 55% la cobertura en el término municipal, porque se tiene en cuanta Los Montes de Málaga (que la investigación publicada ahora no considera parte del arbolado urbano).
El Consistorio ha aprobado recientemente el criterio «3-30-300», con el que se pretende superar el debate «injusto» de los metros cuadrados por habitante, y que pretende que cada malagueño pueda ver desde su casa al menos 3 árboles, con un 30% de cobertura vegetal en su barrio y tener una zona verde a un máximo de 300 metros de distancia.
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