Málaga se lanza a poner placas solares sobre los nichos del cementerio para ahorrar en la luz

Este primer paso, para el que la empresa municipal ha logrado financiación europea, ha salido a licitación con un presupuesto máximo de 947.152,55 euros (el 80% a través de la ayuda que gestiona el Ministerio para la Transición Ecológica) y un plazo de ejecución de cinco meses.

Según consta en el proyecto, con esta primera tanda se espera generar energía eléctrica suficiente para reducir a más de la mitad el gasto eléctrico, lo que se traducirá en un ahorro de 90.800 euros anuales en la factura de la luz de las tanatosalas y demás dependencias.

El siguiente objetivo, más ambicioso aún, sería cubrir los 212 bloques de nichos y aumentar la producción para suministrar el excedente al polígono industrial Trévenez y al Centro de Transporte de Mercancías e incluso comercializarla a través de una electrolinera. Ése es la idea que manejan en el Ayuntamiento de Málaga, que está estudiando la creación de grandes parques solares en terrenos de titularidad pública que sean capaces de aportar varios megavatios y permitan no sólo reducir la factura eléctrica gracias al autoabastecimiento energético, sino también hacer caja inyectando el excedente a la red o comercializándolo a grandes consumidores del entorno.

Además del cementerio, en el marco del Plan de Acción de Energía Sostenible para la ciudad de Málaga se contemplan otras posibles ubicaciones como el aparcamiento del Martín Carpena (sobre marquesinas), el antiguo vertedero de Los Asperones, unos terrenos de la Fresneda (Campanillas) situados al oeste del Centro Ambiental de Los Ruíces o el pasillo de la línea de alta tensión de Los Ramos, que se extiende desde desde la subestación eléctrica de Los Ramos hasta la hiperronda.

Volviendo a esta primera fase en Parcemasa, las 38 unidades seleccionadas son las situadas en las zonas 2 y 4 del cementerio, por ser las más próximas al centro de transformación existente en el complejo. En su conjunto, tendrán una potencia de 572,850 kilovatios, suficiente para cubrir la totalidad de la demanda de energía que consume Parcemasa en horario diurno durante los 365 días del año.

¿Por qué no por la noche también? Porque requeriría un sistema de almacenaje no incluido en esta primera fase debido a su elevado coste. En este sentido, el cálculo de los paneles necesarios se ha realizado teniendo en cuenta la necesidad de cubrir la totalidad de la demanda de las instalaciones en el mes más desfavorable para la producción de energía (diciembre), lo que conlleva que se va a generar más electricidad anual de la necesaria debido a que en los meses de más horas de insolación se sigue manteniendo el consumo habitual.

Tal y como recoge la memoria técnica del proyecto, el periodo de amortización de esta instalaciones sería de entre 7 y 8 años si no hubiera ayuda y de 1 ó 2 si, como finalmente ha sucedido, se financia con fondos europeos. En cuanto al retorno durante los 25 años de vida útil estimada que tienen los paneles, el montante ascendería hasta los 9,8 millones. A esta valoración económica habría que sumar la ambiental, ya que el aprovechamiento de la energía solar evitaría la emisión a la atmósfera de 272 toneladas de dióxido de carbono al año.