Sergio Banderas: «Por cada ingeniero, las empresas necesitan a diez técnicos superiores en FP»
Asegura que la Formación Profesional puede aportar muchos profesionales al sector tecnológico, pero la oferta de plazas es insuficiente
El Premio Ciudad de Málaga ha sido el último reconocimiento a este joven profesor, que ya fue considerado mejor docente de FP y recibió ... el premio CODAPA 2020 a la innovación educativa. Sergio Banderas afronta ahora con entusiasmo un nuevo reto, el curso de especialización en Videojuegos y realidad virtual que comenzará a impartir en el Polo Digital junto con compañeros de su instituto, el IES Campanillas.
–Acaba de empezar un nuevo curso escolar. ¿Cómo lo afronta, después de 17 años en la enseñanza?
–Me siento igual de ilusionado y motivado que cuando empecé, eso significa que me gusta mucho lo que hago. Este curso he de decir que es muy especial por el nuevo reto profesional que se me presenta, el de impartir el curso de especialización de FP en Desarrollo de Videojuegos y Realidad Virtual en el Polo de Contenidos Digitales, gracias al convenio firmado entre IES Campanillas y Ayuntamiento de Málaga.
–¿Cómo ha afectado el curso de la pandemia a un centro como el suyo, acostumbrado a enviar a alumnos a países europeos?
–Los dos cursos pasados han supuesto un gran parón, muchos proyectos y movilidades de alumnos las hemos tenido que aplazar o cancelar. Aún así, a pesar de las dificultades, el curso pasado enviamos a cuatro estudiantes de grado Medio a Praga y uno de ellos incluso se ha quedado allí trabajando. Este curso sí que se percibe diferente; ya estamos retomando un proyecto Erasmus+ KA2 sobre Industria 4.0 que teníamos parado, y también estamos empezando a plantear la organización de las movilidades de prácticas para estudiantes de grado Medio, Superior e incluso para los dos cursos de especialización.
–Sus primeros años de trabajo fueron en empresas privadas, ¿echa algo de menos de aquella primera etapa profesional?
–Tengo muy buenos recuerdos de aquellos años. A nivel personal conservo todavía buenos amigos. Y a nivel profesional era muy apasionante trabajar en proyectos de gran relevancia, como por ejemplo en British Telecom, Unicaja o Vodafone. El nivel de aprendizaje y exigencia era muy alto. Echando la vista atrás, mi mayor formación como profesional informático han sido esos seis años trabajando como programador y analista. Yo le digo siempre a mis alumnos de FP que cuando lleven dos o tres años de experiencia, sin lugar a dudas, sabrán más en las últimas tecnologías que muchos de nosotros los profesores. Los docentes corremos el riesgo de especializarnos en algo muy concreto y perder la visión global y real del sector. Por eso tenemos que estar actualizándonos constantemente.
–Una de las razones que comentamos anteriormente para dejar las empresas del PTA fue los bajos salarios. De su experiencia actual, ¿cree que subsiste ese problema?
–Para los que empiezan siguen existiendo salarios muy bajos en comparación con este mismo sector en otras grandes ciudades españolas y europeas. Pero es cierto que ahora si tienes experiencia hay más oportunidades que antes para optar a un puesto bien remunerado. Cuando yo estaba de programador aunque tuvieses años de experiencia, las opciones de ascenso eran pocas, había que irse fuera a Madrid, Barcelona o al extranjero para obtener un buen salario.
«Hace falta que los padres vean la FP como una opción de que sus hijos puedan ser grandes profesionales»
–El Gobierno tiene ya un anteproyecto de la nueva ley de FP ¿qué opinión le merece?
–Se plantean nuevos cambios estructurales muy interesantes que van a proporcionar un mejora sustancial en la FP. Además viene acompañado de un gran presupuesto y ampliación de plazas. En España el número de estudiantes matriculados en FP es todavía muy inferior a la media de la OCDE y para 2030 se prevé la necesidad de un gran número de puestos de trabajo de técnicos y técnicos superiores. Y uno de los objetivos prioritarios de esta nueva ley es conseguir incrementar plazas públicas para estos puestos. Como docente, lo que percibo a veces es que esas grandes partidas presupuestarias vienen a los centros mediante proyectos gigantes que tenemos que gestionar de forma administrativa y económica los propios docentes fuera de nuestras horas de clase. Creo que debería ser prioritario que también estos fondos se dediquen a tener más recursos de personal en la administración que den soporte y agilicen la implantación de todos estos fondos de una manera más efectiva en los centros y sin tener que depender de la voluntariedad de algunos docentes. Tenemos que tender a un sistema en el que el profesorado esté liberado todo lo posible del exceso de burocracia. Y que pueda dedicar el máximo tiempo a su docencia, a recibir formación y a coordinar proyectos educativos. Expongo el caso de los proyectos educativos internacionales en Andalucía, en el que la mayoría de docentes que los coordinamos lo hacemos por nuestra buena predisposición sin apoyo de horas ni de personal para gestión. Me gustaría ver en la FP algo parecido a un departamento de relaciones internacionales como ocurre en las universidades, en la que existe personal dedicado exclusivamente a esto. Esto sí que ocurre en la FP de otras comunidades y otros países.
–Otra de las medidas del Gobierno ha sido equiparar a los profesores de FP con los de Secundaria, y dejar un cuerpo técnico para otras especialidades, ¿qué le parece esta medida?
–Era una reivindicación que llevamos reclamando desde hacía muchos años. No tenía sentido que los profesores técnicos de FP con misma titulación y haciendo lo mismo que los de Secundaria estemos cobrando menos. Me parece muy bien la solución de crear un nuevo cuerpo técnico para aquellas especialidades que no requieren de titulación universitaria para dar clases. Casos como los docentes especialistas en la Madera, Cocina, Imagen Personal, Fontanería, etcétera.
-Casi a diario estamos viendo noticias de la FP en los medios de comunicación. ¿cree que se ha puesto de moda?
–Sí, se habla de la FP más que nunca, pero sigue haciendo falta una fuerte orientación educativa, más publicidad con casos de éxito de estudiantes de FP. Existen aproximadamente 150 títulos de FP y la mayoría de ellos son muy desconocidos por nuestra sociedad y, sin embargo, muchas de ellas son profesiones muy demandadas. Deberían haber más apoyo institucional para realizar ferias de FP, jornadas de puertas abiertas, proyectos colaborativos, donde estudiantes de Primaria, Secundaria y Bachillerato pudieran visitar in-situ y ver de primera mano todas las profesiones posibles y así crearles interés. También hay que seguir trabajando en el fomento de vocaciones femeninas en edades tempranas hacia las STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). Se prevén muchas oportunidades profesionales en estas áreas y es una pena que un porcentaje todavía pequeño de chicas se decidan por estos campos.
–¿Supone esto un mayor reconocimiento a la Formación Profesional?
–Muchas empresas lo tienen ya claro desde hace tiempo, la gran utilidad de contar con técnicos –de grado Medio– y técnicos superiores de FP cualificados con competencias profesionales específicas. Lo que sigue haciendo falta es que la sociedad como conjunto y muchos padres vean la FP como una opción muy acertada en la que sus hijos pueden ser grandes profesionales y para ello hay que terminar con el viejo estigma de la FP como segunda opción.
–Su instituto, el Campanillas, será centro integrado de FP, una de sus aspiraciones. ¿qué es un centro integrado y qué supondrá para la formación de los alumnos?
–Un centro integrado es un centro educativo dedicado en exclusividad a la FP que alberga tanto la FP de educación reglada como la FP para el empleo (para trabajadores y desempleados). Estamos muy contentos del futuro centro integrado del PTA, pero esta no debería ser una apuesta aislada y creo que debería haber como mínimo diez centros integrados más en Málaga, y que se genere una gran red de centros integrados tanto en Málaga como en Andalucía. En los centros integrados se crean muchas más sinergias y eventos con las empresas y los alumnos de FP se sienten más motivados por estar en un ambiente más profesional que en un IES que se comparte con Secundaria y Bachillerato. En otras comunidades autónomas, sobre todo en el País Vasco, los centros integrados son algo muy común. Al igual que en otros países líderes de la FP como Alemania.
–También la Junta ha anunciado la construcción de un centro de innovación de FP en el PTA. Imagino que la labor que realizan ustedes, con su larga colaboración en el PTA, ha tenido mucho que ver... Y ¿que será este centro de innovación?
–El centro de Innovación será un centro de apoyo a la formación del profesorado y a los proyectos y programas asociados a la formación profesional como: FP Dual, Innovación, Emprendimiento, Internacionalización, Bilingüismo, etc. Además, al estar en el Málaga Tech Park (PTA) tendrá la conexión con una amplia red de empresas tecnológicas. Somos muy afortunados por estar ubicado en el PTA junto a nuestro centro integrado de FP, pues seguro que se van a producir muchas colaboraciones y sinergias.
-Google, Vodafone, Everis, ¿Vive Málaga un momento dulce en inversiones tecnológicas?
–Sí, son muy buenas noticias, hacen aún más grande al gran 'hub' tecnológico que ya es Málaga. Confío en que este desembarco de grandes empresas venga acompañado de mejores salarios y prestigio a los trabajadores del sector de la informática.
–Desde hace años se viene alertando de la falta de profesionales en el sector tecnológico, ¿qué puede aportar la FP?
–La FP aporta un gran apoyo al sector tecnológico. Un ingeniero es una figura importante en una empresa tecnológica, pero por cada ingeniero hacen falta diez técnicos superiores en desarrollo de aplicaciones web o multiplataforma. También los especialistas de FP en ciberseguridad, en 'big data' e inteligencia artificial en videojuegos, entre otros, van a ser muy valiosos.
–¿La FP estaría entonces en condiciones de aportar esa mano de obra especializada? ¿Están mejor formados que los universitarios?
–No hay que comparar, universidad y FP son itinerarios formativos con objetivos diferentes. En el caso del sector tecnológico, una ingeniería está orientada hacia puestos profesionales en el campo de la investigación, el académico, y a cubrir las necesidades de puestos en procesos de ingeniería que tienen las grandes empresas. Sin embargo una FP prepara profesionales de una forma muy práctica y directa en las herramientas y procesos tecnológicos y técnicos que las empresas manejan en sus proyectos.
–Los ciclos superiores tienen una duración de 2 años, los grados, 4, aunque con una media de permanencia en carreras tecnológicas de casi seis, ¿la FP sería una opción más rápida para los que quieran incorporarse al mercado de trabajo?
–Si el objetivo es incorporarse como profesional al mercado de trabajo en poco tiempo, la FP es la mejor opción. Una vez trabajando es donde se adquiere experiencia y se aprende la profesión y uno puede llegar a cotas muy altas sin importar la titulación que tenga. Hay muchos casos de éxito de profesionales de la informática que provienen de la FP.
«La Formación Profesional pública tiene prestigio y a coste cero»
–El consejero Imbroda destacaba esta semana el importante impulso que se le ha dado en estos últimos años a la FP. ¿Participa usted de este optimismo?
–Sin lugar a dudas la FP está viviendo el mayor impulso visto hasta ahora. Pero no hay que echar campanas al vuelo; la situación actual no significa que se haya tocado techo, ni mucho menos. Queda todavía pendiente mucho por construir y por mejorar en nuestra FP.
–¿Cuántos alumnos se han quedado en lista de espera en los distintos ciclos de su instituto, el IES Campanillas?
–Según me han informado de secretaría de mi centro, la demanda duplica o incluso cuadruplica las plazas existentes.
–Y la oferta privada no deja de crecer, ¿la FP se ha convertido en un lucrativo negocio?
–La FP pública tiene mucho prestigio por la alta calidad de sus enseñanzas, el grado de empleabilidad, la satisfacción del alumnado y además por tener coste cero para el estudiante. No me cabe duda que en la mayoría de los casos la FP pública es la opción que primero eligen los estudiantes. Un centro de FP privada, como cualquier empresa privada, tiene unos objetivos claros de conseguir beneficios económicos. Y están sabiendo aprovechar muy bien la oportunidad de negocio que se les presenta al existir un alto número de estudiantes que no puede asumir la FP pública.
–Las nuevas plazas no responden a la alta demanda. ¿Qué cree necesario para mejorar esta oferta?
–Sigue siendo insuficiente. Lo que no debería ocurrir es que existan jóvenes con talento potencial que no obtienen plaza en la pública y que además no se pueden permitir el coste de una FP privada (aproximadamente 3.000 euros por curso). Por eso la FP pública debería ofertar muchas más plazas para poder crear igualdad de oportunidades para todos, no dejar a nadie fuera del sistema y, a la vez, reducir el desempleo juvenil.
-¿Ha tenido casos de alumnos que se han marchado a trabajar sin terminar los estudios?
En los últimos años, cada vez tenemos más casos de empresas que le ofertan trabajo a nuestros alumnos de segundo curso, antes de haber obtenido el título de FP. Nosotros le recomendamos e intentamos convencer para que terminen y obtengan el título, ya que normalmente les queda solo la recta final. También tenemos algunos casos de estudiantes que han conseguido trabajo en la empresa en la que han hecho las prácticas y no han entregado el proyecto final de ciclo. Una vez que se incorporan a un puesto de trabajo lo van dejando y pasan los años, y finalmente lo olvidan. A muchas empresas no les importa el título, pues valoran más sus habilidades y conocimientos técnicos.
–¿Qué siente en esos casos?
–He de decir que me apena que por no entregar un proyecto final no obtengan el título que han trabajado casi hasta el final, pues a la larga puede que realmente lo necesiten por si quieren hacer unas oposiciones o por si quieren seguir estudiando. Pero por otro lado, nos alegramos de que casi el 100% de nuestros estudiantes obtienen trabajo al terminar.
«Un ciclo formativo es la mejor opción para que en poco tiempo haya profesionales en el mercado de trabajo»
–Este pasado curso se pusieron en marcha los cursos de especialización en FP, algo en lo que usted ha tenido mucho que ver...
–Sí , he tenido la oportunidad de colaborar con el Ministerio de Educación y Formación Profesional en la elaboración del Real Decreto del Curso de Especialización en Desarrollo de Videojuegos y Realidad Virtual. Ya están en funcionamiento un total de 15 cursos de especialización, entre ellos áreas tan interesantes como Ciberseguridad, Redes 5G, Inteligencia Artificial y Big Data, Fabricación Inteligente, Modelado en la Construcción, Cultivos Celulares, Vehículos Híbridos, y muchos más. Por otro lado, están en proceso de aprobación otros como Robótica, Pilotaje de Drones o Internet de las Cosas. En la nueva Ley de FP los curso de especialización están catalogados en la categoría más alta como 'Grado E' (título de especialista y máster profesional).
–En el de videojuegos que van a impartir en el Polo Digital, ¿qué van a aprender los alumnos?
–Es un curso de 600 horas, aproximadamente unos seis meses de duración, en los que se concentran las principales competencias para poder acceder profesionalmente al sector de los videojuegos y también con sus aplicaciones al mundo empresarial. El curso está estructurado en 5 módulos. Desde la programación avanzada con los principales motores de videojuegos, al arte 2D y 3D para modelado y animación de recursos gráficos, a la inteligencia artificial aplicada a videojuegos. También se aprende desarrollo de aplicaciones de realidad virtual y realidad aumentada y, por último, todo lo que conlleva el proceso de gestión, publicación y producción. Poder impartirlo en el Polo de Contenidos Digitales va a permitir a estudiantes y docentes participar in-situ del gran número de eventos relacionados con videojuegos que allí se celebran, y crear colaboraciones con el ecosistema de empresas y 'star-ups' relacionadas con los videojuegos allí albergadas. Nos vamos a convertir en nuevos 'habitantes del Polo', como allí se suele denominar a los profesionales que allí habitan.
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