Málaga crecerá un 2% pese a la caída de la construcción y de los precios de la vivienda
El Barómetro del Colegio de Economistas se abona al optimismo ante un crecimiento «robusto» de la mano del turismo
. Todos los sectores económicos empujarán un año más el crecimiento del PIB provincial, excepto la construcción, que ya da señales de entrar en un ... nuevo ciclo. Menos viviendas terminadas, caída de proyectos visados a niveles del comienzo de la crisis, descenso en las compraventas y la previsible corrección a la baja de los precios –entre el 2% y el 4%– a partir del próximo trimestre dibujan un escenario de enfriamiento. A él se suma una bajada importante en la licitación de obra pública en la provincia. El sector, que registra ya una tasa de paro cercana al 16% frente al 6,8% de comienzos de año, se ha convertido en el «garbanzo negro» de la actual coyuntura, según el decano del Colegio de Economistas, Juan Carlos Robles.
El crecimiento de la economía de Málaga, «si la situación a cuenta del coronavirus no se agrava», como ayer coincidieron los responsables del Colegio, se situará en el entorno del 2 por ciento, por encima de la media nacional (1,6%) y de la Eurozona (1,2%), y después de cerrar 2019 con un 2,3%. Se trata de un crecimiento «robusto», como lo calificó Robles, quien aseguró en la presentación del Barómetro Económico correspondiente al cuarto trimestre que «Málaga puede llorar con un ojo» en una situación general de desaceleración en Europa que podría verse agravada si China, la fábrica del mundo, prolonga su actual situación. «Málaga es una isla a efectos económicos de la que podemos sentirnos orgullosos», dibujó un comportamiento al que destacó que han contribuido «varias patas» como la agroindustria o el sector tecnológico, apenas relevantes hace unos años.
Precios
En el sector inmobiliario, Robles no dudó en pronosticar que pese a que registró una subida anual del 4% (Tinsa), a partir del próximo trimestre verá una bajada de entre el 2% y el % en el precio de la vivienda, que «tarde o temprano» llegará a Málaga siguiendo la tendencia nacional. «El sector inmobiliario es el primero en que ha comenzado a notarse que está bajando» con proyectos de inversión en producto a largo plazo que están reteniéndose. «Muchas inversores se están retirando ya porque los retornos del 9 por ciento que ha habido no volverán», ratificó por su parte el vicedecano y presidente de la Comisión Financiera del Consejo General de Economistas Antonio Pedraza.
El comportamiento del empleo en la provincia, en opinión de Robles, no se verá afectado tanto por la subida del salario mínimo en los dos últimos años como por una posible derogación de la reforma laboral «más allá de cuestiones cosméticas». Más crítico con la subida de casi un 30% del SMI en los dos últimos años, Pedraza aseguró que la medida, «con el alza correspondiente en las cotizaciones sociales desanima a la contratación laboral en las microempresas hasta hacerla prohibitiva». Incidió en que la reciente derogación del artículo que amparaba el despido procedente en caso de bajas médicas continuadas puede incentivar «la desidia del trabajador bajo una reforma aparentemente justa».
Pedraza señaló el empleo como la principal incertidumbre de este año, un aspecto sobre el que, por su parte, Fernando del Alcázar, responsable de Estudios del Colegio, apuntó que los niveles de afiliación a la Seguridad Social en la provincia «se están ralentizando, y «si en 2018 teníamos 718 altas diarias, ahora han bajado a menos de la mitad». Del Alcázar se abonó entre otras razones, a la subida del SMI como una de las explicaciones, «que lleva a hacer menos contratos en sectores como la construcción y la hostelería».
El turismo seguirá, en su opinión, como el gran motor del crecimiento en Málaga con registros «magníficos» en 2019 en viajeros alojados, pernoctaciones y volumen de vuelos. También destacó que aunque la balanza comercial no mejora, tanto exportaciones como importaciones han crecido. En la provincia, los 2.244 millones suponen una cifra récord de exportaciones. Del Alcázar destacó en el análisis nacional el papel del gasto público como la base de crecimiento del PIB mientras el consumo privado se sitúa por debajo de éste y pierde fuerza en las decisiones de inversión que contribuyen a la formación bruta de capital, «un fenómeno que por primera vez se detecta desde 2013», aseguró. Por contra, Andalucía registra diferenciales positivos en todos los sectores –entre los que destacó la industria– y también en la demanda interna.
.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión