Medio centenar de personas reivindican mejores condiciones en las perreras

Delgados, sucios y enfermos buscan un refugio en el que una mano les brinde ayuda. Sus ojos gritan auxilio y sus maullidos retumban por las calles de Málaga. Algunos de estos animales consiguen llegar hasta la perrera o la protectora, pero dada la situación se encuentran desbordadas.

La perrera tiene capacidad para albergar a unos 150 animales; los recursos limitados, la escasez en instalaciones y la falta de personal hacen que toda esta situación lejos de mejorar, acabe empeorando.

Las vidas que cruzan por las puertas de la perrera llegan con esperanza de encontrar un futuro mejor. La tarde de este viernes, en la Plaza de la Constitución, se han escuchados los sones de «basta ya de maltrato animal, justicia ya para los animales» que remarcan la realidad que viven los animales dentro de estos lugares.

Miriam Sierra, voluntaria de la perrera, denuncia la situación que viven: «Me encontré un cachorro muerto», cuenta. La falta de personal, y en específico de veterinarios, provoca que las condiciones sanitarias sean perjudiciales para estos seres vivos. Están encerrados en una jaula de sufrimiento de la que solo pueden escapar si alguien los adopta.

La falta de comprensión y empatía están impidiendo que el flujo de entrada y salida de animales se produzca: «Hoy ha ido una familia, no había veterinarios para atenderlos y se han tenido que ir», relata Sierra. Los voluntarios ya no pueden ayudar y solo queda alzar la voz para luchar contra esta situación. En la Plaza de la Constitución se han unido familias, niños y los protagonistas de esta concentración, los animales.

Cristina García, Vicepresidente de PACMA, recalca que el principal objetivo de esta concentración «es alzar la voz para pedir unas mejores condiciones de higiene, unos espacios con dimensiones suficientes para animales grandes y atención durante el fin de semana», unas condiciones mínimas de cuidado, que como García menciona, están exigidas por ley.

Desde el primer momento en el que un animal entra por la puerta de un hogar pasa a formar parte de una vida, Matilde López recogió a su perra Telma de la perrera y tiene claro que «hay que dedicar recursos económicos para cuidar a los animales».

Entre las causas más comunes del abandono animal, la más repetida entre los ciudadanos es la falta de tiempo y compromiso, como comenta un joven: «La gente no sabe la verdadera responsabilidad que conlleva tener un animal», Javier Cuenca.

Maribel Plaza, otra joven que ha querido mostrar su apoyo en esta concentración, recogió a sus dos mascotas de la calle y tiene claro que un factor clave que hará que se produzcan más abandonos será el seguro animal: «Muy poca gente asume que las mascotas tienen sus gastos y que pueden romper cosas».