Leandro Martínez: «Los jóvenes creen que el riesgo de una infección venérea es casi cero cuando es todo lo contrario»

–A su juicio, ¿por qué ha habido un repunte de las enfermedades de transmisión sexual?

–Por un lado, las nuevas generaciones se han relajado, han perdido el miedo a estas enfermedades y no quieren utilizar el único método que protege contra las infecciones de transmisión sexual, que es el preservativo. Creen que no hay riesgo. A finales de los años 80 y principios de los 90, la gente le tenía mucho miedo al sida. En la actualidad, por suerte, el sida ha pasado a ser una enfermedad crónica para la que hay tratamiento. Ahora parece que se ha perdido el miedo a las enfermedades de transmisión sexual y hay un rechazo al uso del preservativo. Por otro lado, muchas de esas infecciones pasan inadvertidas.

–¿Es que no dan síntomas para que los pacientes acudan al médico? 

–A veces las únicas manifestaciones son una verruguita en la zona genital, como sucede con el virus del papiloma humano (VPH), o la aparición de una ulcerita con una pequeña secreción que no se aprecia. Por eso, no hay tanta constancia de la enfermedad en sí.

–¿Cuáles son las enfermedades venéreas más graves?

–Aparte del sida, están la sífilis, la gonorrea y la clamidia. Según datos europeos de los últimos años, que son aplicable a España y Andalucía, la sífílis ha crecido un 76 por ciento, que es una barbaridad, la gonorrea un 67 por ciento y la clamidia un 22 por ciento.

–¿Pueden llegar a ser mortales algunas de esas tres infecciones?

–Pueden originar complicaciones importantes como, por ejemplo, problemas reproductivos en las mujeres. En el caso de la sífilis, aunque ocurre muy rara vez en los tiempos actuales, se convierte en lo que conocemos como neurosífilis, que es un trastorno neurodegenerativo.

–Supongo que los tratamientos que se dan son a base de antibióticos.

–Para los procesos bacterianos, sí. En el caso del VIH, que es un tema vírico, se cuenta con tratamientos que han permitido que esa enfermedad haya pasado a ser crónica.

–¿Es cierto que hay algunas sífilis que se han hecho resistentes a los tratamientos?

–Sí, pero eso pasa más con la gonorrea. Hay pacientes con una enfermedad de transmisión sexual que no responden a la primera línea de tratamiento antibiótico y hay que recurrir a la doxiciclina, que sí surte el efecto deseado.

–O sea, que gracias a los antibióticos todos los enfermos se curan. 

–La curación se logra. Lo importante es poner el foco en la prevención y en el uso del preservativo. Hay personas que están infectadas y, como no tiene síntomas, pueden transmitir la infección si mantienen relaciones sexuales. De ahí la necesidad de insistir en el uso del preservativo y en hábitos que eviten el contagio. También es muy importante el diagnóstico. Hay que ir al médico si aparecen en el área genital una herida, una verruga o una úlcera por pequeñas que sea. Y, ¡ojo!, aunque no surja ninguna de esas lesiones, si una persona sabe que ha tenido relaciones sexuales de riesgo debe acudir a la consulta para que haya un control y un seguimiento.

–¿Cree que la cifra real de enfermedades de transmisión sexual es superior a los casos notificados?

–Eso lo tenemos clarísimo. Por lógica y por lo que vemos, pese a las cifras oficiales, seguro que los casos son mayores de los que tenemos constancia. Por tanto, recomendamos a cualquiera que haya mantenido una relación de riesgo sin preservativo, y con posibilidad de sufrir una infección, que consulte. Aquí la clave es el preservativo, porque, insisto, es el único método eficaz para evitar el contagio. Hay que incidir en las campañas preventivas y educar a los jóvenes, ya que carecen de la cultura de la prevención. Parece que no tienen miedo a las enfermedades de transmisión sexual.

–¿Cuál la situación de Málaga en relación a las infecciones venéreas? 

–La situación es muy parecida a la del resto de España y de Andalucía. Estamos viendo un repunte de la sífilis, de la gonorrea, de los condilomas (lesiones provocadas por el VPH) y de la clamidia, aunque esta nos llega menos. Incluso tratamos algo que es más liviano: los moluscos contagiosos, que también se consideran una enfermedad de transmisión sexual cuando están en el área genital.

–¿Qué recomendaciones da la Academia Española de Dermatología y Venereología para que la población, se conciencie del riesgo? 

–Aconsejamos tener hábitos saludables y hacemos ver lo fácil que es el contagio cuando no se utiliza el preservativo. Así pues, recomendamos su uso siempre que se tenga una relación que pueda ser de riesgo. Asimismo, hay que consultar con un médico cuando aparezca un mínimo síntoma. Incluso, aunque no haya síntomas, hay que ir al médico si se es consciente de que puede haberse sufrido un contagio.

–¿Los contagios son más fáciles en el hombre o en la mujer? 

–La mujer es más proclive, por su anatomía, a tener enfermedades de transmisión sexual. Una gonorrea o una clamidia en la mujer pueden dar complicaciones más importantes que en el hombre, porque pueden afectar a los órganos de reproducción y surgir problemas de fertilidad.

–¿Se ha perdido el pudor a reconocer que se sufre una enfermedad venérea cuando se va al médico? 

–Ese pudor se ha perdido, pero para nadie es plato de buen gusto tener una infección y mucho menos si es de transmisión sexual. Las nuevas generaciones de la población se sorprenden cuando les diagnosticamos; no tenían ninguna conciencia de que podían coger una enfermedad de transmisión sexual, les parece como algo de otra época. A mí lo que me llama la atención es que los jóvenes piensan que el riesgo es casi cero cuando es todo lo contrario, puesto que tenemos las cifras más altas. Como se han disparado estas infecciones, la única opción para evitarlo es el preservativo

–¿Qué tipo de secuelas pueden dejar las venéreas?

–Infertilidad tanto en el hombre como en la mujer y, si la infección no se trata, pueden surgir problemas articulares en el caso de la gonorrea o aparecer una complicación neurológica en el de la sífilis, aunque eso es algo muy infrecuente.