La Junta despeja el camino del proyecto de parque en el campamento Benítez
Un acuerdo con el Ayuntamiento pone fin a dos años de bloqueo para acondicionar los terrenos como zona de esparcimiento
Apenas una docena de mesas para hacer pícnic, una hilera de papeleras y unos senderos para adentrarse a pie o en bici por el bosque ... de pinos han bastado para que los terrenos del antiguo campamento Benítez se hayan convertido en una de las zonas de esparcimiento preferidas por los malagueños desde que fue abierto al público en el verano de 2017. Una apertura 'low cost' a la espera de un ambicioso proyecto del Ayuntamiento que, dos años después de que fuera presentado, por fin empieza a ver la luz. Tras el acuerdo alcanzado el pasado septiembre entre el Consistorio y la Junta de Andalucía para desbloquear los trámites urbanísticos para desarrollar los suelos, la esperada resolución de la Consejería de Agricultura y Desarrollo Sostenible ya es una realidad y despeja el camino para que, ahora sí, el Ayuntamiento puede impulsar esta actuación. Valorada en 4,7 millones de euros, contempla dotar a la parcela de pistas deportivas, zonas de juegos infantiles, más de mil metros cuadrados de sombra con pérgolas, más mesas y bancos, la plantación de 770 nuevos árboles, mil arbustos y 6.500 plantas aromáticas; y aprovechar la balsa que fue excavada para crear una laguna y que fue prohibida por Aviación Civil para colocar paseos de madera y una malla azul que servirá como tumbona.
En esta resolución se salvan dos de los obstáculos que aún pesaban sobre esta iniciativa. De un lado, la Administración autonómica ha aceptado las alegaciones presentadas por el Consistorio para que la actuación sea considerada proyecto de obras públicas y no de urbanización dado que se trata de unos trabajos para acondicionar el espacio como parque y potenciar sus valores naturales, un cambio de concepto que se traduce en una considerable reducción de los plazos de evaluación ambiental, que hubieran supuesto echarle un año más de trámites.
De forma paralela, también se ha allanado el camino para la ampliación del encauzamiento del arroyo del Cañuelo, que se había topado con un informe de la propia Administración regional alertando de la presencia del sapo de espuelas, una especie que se encuentra en peligro de extinción. La actuación, cifrada en 6,1 millones y que incluye un puente peatonal, será finalmente autorizada aplicando una serie de medidas correctoras que permitan habilitar el hábitat adecuado para que esta especie animal pueda seguir permaneciendo en este arroyo.
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