Los ingresos en UCI por Covid están estabilizados en Andalucía, con una mortalidad del 33,7%

Actualmente, la mayoría de las personas en cuidados intensivos con neumonía grave por SARS-CoV-2 ingresaron durante la sexta ola de la pandemia, por lo que son pacientes de estancias prolongadas que precisan rehabilitación.

A pesar del aumento de casos de coronavirus en Andalucía, la situación de las UCI es de estabilidad en cuanto a nuevos ingresos de gravedad. Esta es la principal valoración que hace el grupo de trabajo de enfermedades infecciosas de la Sociedad Andaluza de Medicina Intensiva y Unidades Coronarias, que continúa elaborando un registro actualizado de casos para estimar el impacto que pueda tener esta séptima ola en la hospitalización de pacientes con criterios de gravedad.

Desde la SAMIUC se dice que «la vacunación supuso un hito para combatir la pandemia y ha reducido drásticamente el ingreso de pacientes graves». De los más de 60 enfermos actualmente ingresados en las UCI de Andalucía, el 74,6 por ciento han recibido la pauta completa de vacunación y el 77,7 por ciento están conectados a ventilación mecánica. «Y es que hay un perfil de pacientes que, a pesar de la vacuna, desarrollan formas graves de la enfermedad por presentar algún grado de inmunodepresión o bien por otras patologías de base o tratamientos», indica la SAMIUC.

Es una característica común que entren personas en las UCI por otras causas y que en el examen médico que se les realiza al ingreso den positivo en SARS-CoV-2, lo que implica medidas de aislamiento. En cuanto a los enfermos que desarrollan formas graves de neumonía, la mortalidad en UCI se sitúa en un 33,7 por ciento, pese a los avances e incorporación de nuevos tratamientos e, incluso, aumenta con respecto a pacientes que precisan ser intubados y conectados a ventilación mecánica.

El coordinador del grupo de trabajo de enfermedades infecciosas de la SAMIUC, Ángel Estella, insiste en que deben extremarse las medidas de protección frente a la infección por Covid y «combatir esa falsa sensación de seguridad que ha supuesto la vacunación en la población, produciendo una relajación en la toma de medidas de prevención esenciales que hay que reforzar». Estella pone de manifiesto que «la experiencia acumulada ha de conducir a una actitud expectante sobre cómo se comportará esta séptima ola respecto al desarrollo de casos graves en las próximas semanas».