Juan Manuel Rodríguez, el encargado de que nunca faltara nada en las casas
Este repartidor se encargaba de distribuir alimentos y bebidas por negocios especializados y casas particulares
Han sido los pies y las manos de los que no podían salir de sus casas. Durante los meses más duros de la pandemia, los ... repartidores jugaron un papel fundamental repartiendo alimentos y paquetes a los malagueños que se encontraban confinados. Juan Manuel, empleado de la empresa Perymuz, es uno de ellos. En su caso se encargaba de repartir comida y bebida tanto a negocios especializados como a casas particulares (ya que el cierre de la hostelería les redujo el trabajo). Padre de dos hijos y abuelo de dos nietos, aún recuerda con asombro la soledad y el silencio en la carretera y la cantidad de precauciones que tomaba cada vez que llegaba a casa para no contagiar a nadie de su familia. «Siempre hay un poco de miedo o respeto a lo desconocido», reconoce.
Como todos los que salían a la calle esos días, este profesional se pasaba la jornada entre mascarillas, guantes y gel hidroalcohólico y recuerda con cariño el respeto y el agradecimiento que mostraban los clientes. «Esto creo que ha cambiado a las personas».
A pesar de las horas que ha echado en la carretera, asegura que el trabajo no le ha pesado, aunque a veces haya estado fuera de casa cerca de 12 horas. «Hemos hecho todo lo que hemos podido para evitar que faltaran alimentos durante la pandemia», presume.
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