Hacienda achaca los daños del edificio a fallos en la construcción y no al metro
La Agencia Tributaria dice que el estado del inmueble «no compromete la seguridad», aunque apuntalará las zonas que soportan más peso como ya hizo con el sótano
En el edificio de Hacienda no se hablaba ayer de otra cosa. En todos los corrillos, las conversaciones giraban en torno a los daños estructurales ... que arrastra el inmueble y que obligarán a cerrarlo a finales de año para ser sometido a una rehabilitación integral, tal y como avanzó SUR. «Hay cierta incertidumbre, pero con la tranquilidad de que si hubiera un riesgo inminente ahora mismo no estaríamos aquí», afirmaba una empleada de la Agencia Tributaria. «A ver dónde nos reubican, porque somos muchos», añadía una compañera. «No sabemos cuál será el motivo ni si el edificio estaba mal antes, pero las vibraciones por las obras del metro han sido muy fuertes», planteaba un técnico. No era el único, porque al margen de las dudas de cuándo y dónde serán trasladados, el runrún de los trabajos del suburbano para extraer los cimientos del puente de Tetuán sobrevolaba ayer en la mayoría de comentarios. Un extremo que tanto Hacienda como la Consejería de Fomento descartaron ayer.
En la Agencia Tributaria fueron tajantes a la hora de asegurar que «es una cuestión de la propia estructura del edificio, que era débil de origen». «No sabemos si el paso del tiempo ha podido influir o no, pero lo que sí podemos garantizar es que no tiene nada que ver con factores exógenos como las inundaciones o el metro», remarcaron fuentes del órgano estatal, que incidieron en que las deficiencias se han detectado en la estructura, no en la cimentación de este inmueble que data de 1979.
Por ello, al apuntalamiento que en noviembre se llevó a cabo en el garaje subterráneo (permanece cerrado desde el 5 de diciembre para evitar el peso de los 260 vehículos que hasta entonces aparcaban) al detectarse corrosión en los pilares tras las inundaciones del pasado invierno, le seguirá ahora un refuerzo en las zonas que soportan más carga, como las de atención al público por donde a diario pasan unos dos mil contribuyentes. Posteriormente, a comienzos de año se ejecutaría la rehabilitación integral de todo el conjunto.
Este periódico solicitó ayer el informe técnico que recomienda acometer esta actuación para garantizar la seguridad de la construcción, pero desde la institución dependiente del Ministerio de Hacienda se negaron alegando que se trata de un primer borrador. Tampoco han sido facilitados a los representantes sindicales, que exigen acceder a la documentación para tener una «certeza absoluta» de lo que ocurre.
Por su parte, la Agencia de Obra Pública de Andalucía afirmó que antes de acometer los trabajos de demolición del puente y extracción de los cimentos se hicieron estudios preventivos en todo el entorno para conocer la situación estructural de todos los edificios, que se han mantenido reuniones con Hacienda y que tras confirmar que el inmueble tenía problemas estructurales «se ha tenido más precaución si cabe». En este sentido, desde el ente de la Consejería de Fomento explican que antes de iniciar la retirada de los 67 pilotes metálicos en forma de ‘Y’ anclados hasta una profundidad de 15 metros se hizo una prueba. «Sólo cuando se comprobó que no había problemas continuamos con el resto». Estos trabajos concluyeron hace un mes, de forma que el siguiente hito para llevar el suburbano hasta la Alameda será la ejecución de los módulos de pantalla.
Nota interna y reuniones
En un intento de trasmitir un mensaje de calma, la Jefatura de la Delegación de Hacienda remitió a primera hora de la mañana una comunicación interna a los algo más de 600 funcionarios entre Agencia Tributaria, Catastro, Tribunal Económico y Administración General del Estado. Además de convocarles a sendas reuniones informativas (una al mediodía de ayer y otras dos hoy) para detallarles lo que a última hora del miércoles trasladaron a los representantes sindicales, en la nota se explica que tras extender a todo el edificio los estudios técnicos que en diciembre del año pasado llevaron a cerrar las tres plantas del sótano, las conclusiones preliminares aconsejan acometer una actuación de rehabilitación general que dada su complejidad obliga a desalojar el inmueble. Mientras tanto, sí que está previsto que se realicen trabajos de refuerzo orientados a «asegurar zonas de alta densidad de público», por ser las que mayor peso soportan.
En cualquier caso, puntualizan que «en base a los informes técnicos, la situación general del edificio no compromete la seguridad del mismo», por lo que hasta que se busque una nueva ubicación la actividad seguirá siendo la misma. ¿Cuándo será? «Depende de cómo esté el mercado inmobiliario. Sin prisa porque no hay un riesgo a corto plazo, pero sin pausa», responden desde la Agencia Tributaria. De momento, los dos emplazamientos que se dan por hechos son las instalaciones de la Aduana en el muelle de Heredia y las oficinas de la calle Puerto, en la Malagueta, que acogen personal que se contrata para la campaña de la renta. Unas dependencias que a todas luces serían insuficientes para albergar todos los departamentos que se han ido centralizando en la sede principal. Ahora, volverán a dispersarse durante varios años. En este sentido, los sindicatos piden que las oficinas de atención ciudadana estén lo más céntricas posibles.
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