Los grandes juegan en Málaga al bipartidismo, los pequeños, a subsistir
Los grupos municipales están en plena precampaña, en la fase de descuento para las elecciones del 28M. PP y PSOE buscan mejorar posiciones, y Cs, Podemos e IU tener representación
Hubo unas elecciones municipales diferentes en las que que casi todo pasó: fueron las de 2015, en las que la marca blanca de Podemos entró ... con fuerza, y le robó tres ediles al PSOE y uno a Izquierda Unida, y el PP bajó a 13 para dejarle en bandeja 3 sillones en el salón de plenos a Ciudadanos.
Esa fue la sorpresa de 2015, el multipartidismo, pero en esta ocasión, en 2023, podría ser el bipartidismo o la vuelta a la antigua balanza de fuerzas, PP, PSOE con alguna concesión a la izquierda de la izquierda o a la derecha de la derecha. De hecho, en el PP y el PSOE firmarían volver a ser lo que fueron. Días atrás y ante el movimiento de algún sondeo, quizás aún pronto porque no hay tensión electoral, como dicen los cursis, en el PSOE hablaban alto y claro de que su futuro podría ser el bipartidismo. Y en el PP, no sólo se gustan en esa tesitura sino que en intención de voto obtenían 16-17 concejales (de 31), según el Centra. Los socialistas están convencidos de que el punto de inflexión real es que ellos subirían también de los 12 concejales actuales. Podría ser un escenario teniendo en cuenta la deriva que tiene Ciudadanos en las últimas elecciones en las que no consigue amarrar siquiera un representante para no acabar extinguiéndose. Eso es lo que ha pasado de forma más reciente en el Parlamento Andaluz, pero antes ya ocurrió en Madrid. Más suerte tuvieron en el País Vasco yendo de la mano del PP, que obtuvieron un escaño, no entraron en el Parlamento gallego, y se desfondaron en Castilla y León, con un sólo procurador (como lo llaman allí) . La portavoz naranja, Noelia Losada, cabeza de cartel a la Alcaldía por primera vez, quiere romper esta inercia. Por ahora, la encuesta del Centra no es muy favorable a este anhelo, ya que sólo le da 1,9% de intención de voto, muy por debajo del 5% mínimo para entrar.
En las filas populares, y en general en el arco político municipal, se habla del tirón de alcalde Francisco de la Torre para atraer el voto de Vox en Málaga. En 2019, cuando estaban en la mejor de las tesituras, se quedaron en un 4,3% (10.376 votos), por debajo del umbral del 5%. Los que se dedican a estos asuntos de la demoscopia subrayan que para tener el primer concejal en Málaga hay que obtener en las urnas de 12.000 y 15.000 votos, según la participación. No obstante, la encuesta del Centra del pasado 30 de enero le da 0-1 concejales a Vox.
En la izquierda, los concejales socialistas explican jocosos que con «lo cocinado que está el Centra» no han sido capaces de bajarles de 11-12 concejales y un 31,7% de estimación de voto, por lo que consideran que sus expectativas son bastante mayores. El portavoz socialista Dani Pérez recordaba el pasado día de Andalucía, que en 2019, con él de cabeza de cartel, subieron de 9 a 12 concejales, y abunda en que se quedaron a un concejal de gobernar. La suma PSOE y Unidas Podemos obtenía 15 frente a los 16 del PP y Cs (14, PP; Cs, 2).
Un periodista veterano le decía a Pérez: «Claro, esa es la actitud, tú te lo tienes que creer; pero el alcalde está muy fuerte». «De la Torre es un mal contrincante», que le decía otro, pero él aseguraba que peor es él.
Unidas Podemos sigue dividido entre IU y Podemos cuando querían 'Sumar', que pregona Yolanda Díaz. De la Torre, días atrás mencionaba a Remedios Ramos en el Consejo de la Mujer como concejala de Unidas Podemos, «bueno, yo creo que más bien es de IU». La escisión entre ambas formaciones en el Ayuntamiento es total y ya no guardan las formas ni de cara a la galería. El Centra les da dos ediles a Adelante Málaga (ahora UP) pero no divide por partidos, en el caso de que vayan separados. Ambos quieren subsistir y si se unen o no para concurrir a las elecciones juntos aún sigue en el aire.
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