Francisco de la Torre: «Tengo la sensación de que en el PP puede haber la expectativa de que vuelva a presentarme»

Pese a las insistentes preguntas del presentador y de los periodistas Javier Recio, Fernando del Valle y Salvador Ruiz, De la Torre se enrocó en el argumentario de que ahora no toca hablar de este tema y que está centrado «en los temas y retos» que tiene la ciudad por delante. «Ya llegará el momento de decidir esa cuestión», afirmó el regidor, al tiempo que recordó que no es una cuestión que decida él sino que corresponde a su partido.

«Yo tengo pasión por Málaga. Creo en Málaga. Málaga ha sido olvidada y discriminada. Hemos puesto la ciudad en vanguardia. Estoy centrado en el presente y no me planteo el futuro», insistió y admitió que su familia, que ya en los últimos comicios locales le pidió que no repitiera, «no están por la labor de que siga».

En esta línea de no querer hablar sobre su futuro político, Francisco de la Torre tampoco se mojó respecto a la posibilidad, que se maneja en algunos círculos políticos, de que el actual alcalde de Estepona, José María García Urbano, le acompañase en la lista electoral de la capital. Se limitó a decir que su homólogo es un hombre «magnífico», pero a renglón seguido añadió que no habla de futuribles.

Bajo ese argumento, tampoco quiso entrar en si le gustaría que la portavoz de Ciudadanos, Noelia Losada, formara parte de la lista del PP y cuando fue preguntado sobre qué le parecería que Juan Cassá formara parte de la candidatura popular, tiró balones fuera para defender el pacto de estabilidad firmado con el concejal no adscrito hace unas semanas.

Además, De la Torre aprovechó la referencia a Cassá para criticar el «cinismo» del PSOE y Adelante Málaga ya que recordó que ambos partidos de la oposición intentaron que Juan Cassá se convirtiera en tránsfuga apoyando una moción de censura para desbancarle de la Alcaldía y como no lo hizo «empezaron a llamarle tránsfuga».

En clave política y a nivel andaluz, se mostró a favor de que en el futuro en Andalucía haya «continuidad» en el pacto entre el PPy Ciudadanos en la Junta porque es un gobierno «pragmático y que hace bien las cosas». Cuestionado sobre si le preocupaba que en el futuro el socio preferente, según las encuestas, para que el PP pueda gobernar sea Vox, el regidor malagueño sostuvo que habla «con respeto» de todos los grupos políticos desde la extrema derecha a la extrema izquierda y agregó que apoyará que sean las fuerzas «moderadas» las que tengan ese papel preponderante.

Durante la hora y media que duró la entrevista fueron numerosos y variados los asuntos abordados por Francisco de la Torre. Respecto a la recuperación de la ciudad tras la pandemia, el alcalde de la capital se congratuló de la superación de la misma gracias a la vacunación –aquí hizo especial hincapié en la importancia de la ciencia–, aunque siguió pidiendo prudencia y seguir respetando las normativas sanitarias. Sobre cómo afronta Málaga esta nueva etapa afirmó que la ciudad está en un momento «muy sólido y brillante».

En este punto, De la Torre insistió en uno de los ejes tradicionales de sus discursos, la importancia de una buena educación, tanto universitaria como en la FP, para afrontar los retos de un mundo donde los cambios son «vertiginosos y se necesita a gente preparada».

Ante las dudas ciudadanas, políticas e institucionales (fundamentalmente el Gobierno central) sobre la Torre del Puerto de Málaga, un hotel de 27 plantas y 116 metros de altura previsto en la plataforma del dique de Levante, Francisco de la Torre hizo una cerrada defensa de un proyecto que, a su juicio, «es un elemento motor para apoyar el turismo de calidad» en la ciudad y también contribuir al turismo de congresos.

De la Torre mostró su confianza en que el proyecto, que ya lleva seis años de trámite, finalmente sea una realidad y defendió que «son más las ventajas que los inconvenientes». En este sentido, habló de la creación de empleo, de la importancia que tendría para la ciudad –«es como si tuviéramos cruceros de lujo de forma permanente», subrayó– y negó que el edificio tenga afectación en la imagen del Centro Histórico.

Además, mostró su extrañeza por el cambio de posición del PSOE –pasó del apoyo inicial a las dudas actuales– y dijo que «algún día hablaré en profundidad» de este asunto con el portavoz municipal socialista, Daniel Pérez.

La integración del río Guadalmedina en la ciudad es uno de los asuntos pendientes de Málaga. A este respecto, Francisco de la Torre se mostró anoche muy crítico con la anterior Junta, gobernada por los socialistas, que «no quería hablar» de este asunto y anunció que se viene trabajando con el actual Gobierno andaluz en un proyecto que esperan presentar ambas administraciones antes de final de año.

De la Torre no quiso avanzar detalles sobre las líneas de actuación. A grandes rasgos dibujó que desde el puente de La Goleta hacia el norte habría actuaciones de renaturalización del entorno y que la mayor «complejidad» estaba entre este punto y el puente de la Aurora, donde se habían previsto los puentes-plazas. En este sentido, añadió que se buscará una solución que, respetando los marcos legales y las cuestiones medioambientales, permita «una conectividad y una permeabilidad visual» en esa zona.

Uno de los proyectos estrella que Francisco de la Torre quiere impulsar en este mandato municipal, es el Plan Málaga Litoral, una ambiciosa operación urbanística para soterrar el tráfico en todo el eje sur del casco antiguo, por la avenida de Manuel Agustín Heredia, el paseo de los Curas y la avenida de Cánovas del Castillo, y que paralelamente incrementará los espacios peatonales en la Alameda Principal, la plaza de la Marina, el eje del Parque y el paseo de los Curas, y la plaza de Torrijos.

De la Torre subrayó que este es un proyecto «con vocación metropolitana» con el que Málaga quiere compartir su pujanza con sus zonas de influencia para que quienes residan en las zonas del área metropolitana puedan conectar con la capital no sólo a través del vehículo privado sino también del transporte público a través de intercambiadores que faciliten la movilidad.

Para ello dijo que se están haciendo ya los estudios y sobre la financiación (el coste supera los 400 millones) confió en la llegada de fondos europeos, la colaboración de otras administraciones y se mostró abierto a la participación de la iniciativa privada.