¿Cuánto falta para que pueda iniciarse el plan Guadalmedina?
El trámite para la aprobación del expediente puede durar todavía varios años y el Ayuntamiento tendrá que buscar la financiación para realizarlo
Aunque el informe en materia hidráulica evacuado por la Junta de Andalucía sobre la viabilidad del plan para la integración del cauce del Guadalmedina a ... su paso por Málaga despeja el horizonte para que pueda acometerse este esperado proyecto, como avanzó SUR el pasado 21 de febrero, todavía hay que esperar para que esta ambiciosa operación pueda iniciarse. El plan especial para el Guadalmedina que tramita la Gerencia Municipal de Urbanismo se encuentra aún sometido a un proceso de evaluación ambiental por parte de la delegación de la Consejería de Desarrollo Sostenible que es previo al procedimiento de aprobación por parte del Ayuntamiento, por lo que todavía quedan años para completar el expediente.
El alcalde, Francisco de la Torre, inició este mandato en 2019 con el avance del plan especial redactado, pero no fue hasta finales de 2021, en concreto en el mes de noviembre de ese año, cuando la Junta recibió la petición del Ayuntamiento para iniciar la evaluación ambiental del documento. La pandemia y la necesidad de contratar a un equipo técnico externo para que elaborara el documento de esa evaluación demoraron los pasos para avanzar en este asunto.
Inicialmente, el Consistorio presentó una solicitud de evaluación ambiental simplificada (de plazos en teoría más cortos), pero la Junta le recordó que tenía que pasar por el trámite ordinario (más prolongado en el tiempo), dada la envergadura de la actuación que se quiere acometer en el río Guadalmedina. Así, no fue hasta el 23 de mayo del año pasado cuando la Junta resolvió admitir a trámite el expediente.
En los últimos meses, ha recabado varios informes de diferentes departamentos de la Junta, entre ellos el del servicio de Dominio Público Hidráulico, del que informó SUR en exclusiva y que resulta clave para que el plan pueda ejecutarse en los términos en que ha sido planificado por el Ayuntamiento. No obstante, esa evaluación ambiental ordinaria no ha concluido y todavía pueden faltar varios meses hasta que la delegación de Desarrollo Sostenible emita una resolución y la envíe a la Gerencia Municipal de Urbanismo.
Tramitación dentro del marco de la anterior ley urbanística
¿Qué pasará una vez que el Ayuntamiento reciba el dictamen de la evaluación ambiental? Una vez que el Consistorio recabe ese informe global del proyecto, que se presume positivo por la luz verde otorgada por Aguas, tendrá que ponerse en marcha el trámite para la aprobación en el marco municipal. Esa autorización tendrá que desarrollarse según la ruta marcada por la anterior Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía (LOUA), ya que el expediente se inició con anterioridad a la entrada en vigor de la Ley de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio en Andalucía (LISTA), que se publicó en diciembre de 2021.
Eso significa que el expediente tendrá que pasar por una aprobación inicial, provisional y definitiva en el ámbito del Ayuntamiento, y someterse a un proceso de información pública en el que se recabarán alegaciones de colectivos y particulares, así como informes sectoriales de varias administraciones implicadas en el desarrollo del proyecto. Todo ese proceso de recepción de informes y respuestas, que deberá cursar la Gerencia de Urbanismo, se demorará mínimo uno o dos años.
Así, todavía falta para que el pleno municipal dé la luz verde definitiva al plan del Guadalmedina. Y, en ese momento, vendrá la segunda parte del proceso: la financiación. La operación ideada por el Ayuntamiento, para trazar los bautizados como 'puentes-plaza', embovedar parte del cauce entre los puentes de Armiñán y de la Aurora, y soterrar el tráfico en las avenidas de Fátima y de la Rosaleda, y el pasillo de Santa Isabel, tiene un coste estimado en más de 200 millones de euros.
El alcalde, Francisco de la Torre, ha admitido que tiene «las ideas muy claras» de cómo hacer el plan Guadalmedina pero que faltan los «recursos económicos». El regidor ha mencionado en varias ocasiones en los últimos años que una actuación de este tipo requerirá de la ayuda financiera de otras administraciones o de fondos europeos. En ese sentido, se antoja determinante la inyección económica que pueda proceder del Gobierno andaluz, que es quien tiene las competencias en materia de dominio hidráulico. No obstante, la administración regional ya acomete los trabajos de un paseo fluvial en las bermas que enmarcan el río, aguas arriba del puente de Armiñán.
En cualquier caso, el próximo mandato municipal que arrancará tras las elecciones locales del próximo mes de mayo será el momento en el que tendrán que sentarse las bases para la ejecución de este plan, que compite en importancia con el diseñado por el Ayuntamiento para soterrar el tráfico en el eje litoral del Centro y realizar dos estaciones de autobuses soterradas bajo la explanada de la Estación y la plaza de la Marina. Este otro Plan Litoral resulta el doble de costoso que la actuación diseñada para mejorar el cauce del Guadalmedina y acabar con la lamentable estampa de deterioro y abandono que ofrece a su paso junto al corazón de Málaga, a la que el alcalde quiere poner remedio con unos trabajos provisionales de adecentamiento.
Ambos planes, el del Guadalmedina y el Litoral, están incluidos en el horizonte de las infraestructuras que podrían desarrollarse al calor del proyecto para que Málaga sea la sede de la exposición internacional del año 2027. No obstante, como expertos pusieron de manifiesto en un foro organizado por SUR el pasado 1 de marzo para ahondar en la candidatura malagueña, son operaciones que la capital debería poner en marcha sí o sí, al margen de que sea elegida o no para acoger la anhelada Expo.
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