Eugenio Gross vuelve a caer en sus problemas habituales

La calle Eugenio Gross, en el distrito Bailén-Miraflores, se ha convertido en un foco de suciedad y malestar para los vecinos, que denuncian el abandono y la acumulación de basura en la vía pública. Jorge Baro, residente en la zona, explica con indignación que «las bolsas de basura se apilan alrededor de los contenedores, las papeleras están llenas y la calle es cada vez más un vertedero».

El problema, según detallan los afectados, se ha agravado en los últimos meses. Las papeleras rebosan residuos y, ante la falta de vaciado frecuente, las bolsas se amontonan en el suelo, lo que atrae a roedores y genera malos olores que afectan a comerciantes y transeúntes. «A veces, parece que estemos paseando por un basurero», lamenta Baro.

Además, la acumulación de bolsas fuera de los contenedores dificulta el paso de los peatones y convierte la calle en un obstáculo, especialmente para personas mayores o con movilidad reducida. Los vecinos aseguran que han trasladado sus quejas en varias ocasiones al Ayuntamiento, pero consideran que las medidas adoptadas hasta ahora son insuficientes.

Los residentes de esta zona, que además son lectores, exigen una limpieza más frecuente y efectiva, además de campañas de concienciación ciudadana para evitar que los vecinos dejen bolsas de basura fuera de los contenedores, que atraen a ratas e insectos. Asimismo, reclaman más recipientes adecuados para la cantidad de residuos que se generan en la zona. Eugenio Gross ya no es lo que era.

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