El edil que volvió como consejero de distrito

Es Pepe Subires, bueno José, pero por su nombre de pila nadie le conoce. De trabajar en el campo, se pasó a la obra, como cuenta, y a mitad de los 70 se afilió al PCE. Cuando se formó Izquierda Unida, Subires consiguió ser uno de los cuatro concejales de la formación que entró como grupo municipal en el Ayuntamiento, en el mandato municipal del 87 al 91, entre ellos Inocencio Fernández, Antonio Ruiz y Manuel Sánchez Vicioso. De esa época recuerda que ayudó a poner en marcha la escuela taller, el saneamiento y el museo taurino de la plaza de toros de Málaga, como le cuenta al actual portavoz de Adelante Málaga, Eduardo Zorrilla.

En la actualidad, y como no se le han caído los anillos, vuelve como consejero de distrito (una figura de los partidos, que es voluntaria y sin remuneración) de Campanillas, una población, que como explica tiene 8.000 habitantes, con muchos diseminados y núcleos de población como Castañetas, Huertecilla Mañas y Colmenarejo, que él entiende que pueden mejorar. Y así va a las juntas de distrito y expone sus ideas haciendo política de base. Como él hay otros muchos que nadie ve y que trabajan.

La política de guante blanco, el fair play, siempre tuvo estas cosas. Se puede y se debe ser un buen contrincante político, que para eso cada uno está por defender sus posiciones. Pero la vehemencia, si bien puede ser correcta en el ámbito estrictamente del debate político, hay luego otro apartado, el personal, en el que la humanidad de los que ejercen la política tiene mucho que decir. Estamos tan poco acostumbrados a que políticos de diferentes partidos muestren ese faceta, por otra parte de lo más común, que cuando lo hacen los ciudadanos siguen sorprendiéndose.

Pero como la educación y el buen hacer no entiende de siglas, ahora que el exedil Mario Cortés ha conseguido entrar en el Congreso de los Diputados de número 3 del PP por Málaga, ayer explicaba orgulloso a los suyos (que obviamente se volcaron dándole la enhorabuena) que la oposición se había acordado de él y le había llamado para felicitarle por su escaño. Las primeras comunicaciones fueron las del portavoz socialista Dani Pérez, y el edil naranja Juan Cassá (que fue portavoz en el pasado mandato municipal) así como el exconcejal y actual asesor naranja, Alejandro Carballo. Ayer llegó también la del portavoz de Adelante Málaga, Eduardo Zorrilla. Porque se puede discrepar y pensar diferente, pero lo cortés no quita lo valiente.

Hubo una comisión, de cuyo nombre mejor acordarse, entre la que por unos y por otros, alguien se olvidó de especificar a los ordenanzas de Alcaldía que debían abrir las puertas del salón de plenos para que se atendiera la pública concurrencia que tienen estos actos.

La Alcaldía tomó cartas en el asunto, se disculpó por el despiste, y así mismo envió una circular a todos los presidentes de las comisiones, entre ellos, de Economía, Carlos Conde; de Medio Ambiente, Teresa Porras; de Derechos Sociales, Gema del Corral; y de Urbanismo, Raúl López, para recordarles que en el ejercicio de las funciones que la presidencia lleva aparejada está la de dar la pertinente autorización a los empleados municipales encargados de la apertura de las puertas del salón de plenos para que procedan a la misma una vez vaya a iniciarse la sesión y, por tanto, comience el carácter público del encuentro. Buena acción la de Gerencia de Alcaldía, que ha estado al quite como se esperaba.