El edén del oeste
En los tiempos que corren, Villa Mari-Carmen constituye todo un desafío a los bloques anodinos de su entorno
No sólo Pedregalejo, Caleta y Limonar: también al oeste de la ciudad hubo un edén residencial. En las primeras décadas del siglo XX, en los ... márgenes del Camino de Antequera proliferó esa particular visión autóctona del paraíso con aspecto de villa de estilo regionalista rodeada de una pequeña porción de jardín mediterráneo, por la que en 'Málaga a trazos' se tiene especial entusiasmo.
Villa Mari-Carmen, situada en plena avenida Carlos de Haya, es un delicioso ejemplo de ello que destaca por un cierto aire alpino en sus formas y elementos decorativos, conservados en un estado inmejorable. El buen hacer con que los artesanos de la época elaboraron aleros de madera y paños de ladrillo visto queda rubricada por la singular caligrafía con la que la casa queda identificada y que, en los tiempos que corren, constituye todo un desafío a los bloques anodinos de su entorno.
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