Un desfile de estreno

Desde primera hora de la tarde, la ilusión se ha sentido a flor de piel en el entorno de la Alcazaba, desde donde han partido sus Majestades de Oriente pasadas las cinco y diez de la tarde para ser recibidos por el alcalde, Francisco de la Torre; la concejala de Fiestas, Teresa Porras; y otros miembros de la corporación municipal en el Ayuntamiento. Desde el balcón principal de la Casona del Parque, el niño Alberto Rodríguez Corto, de 11 años de edad, alumno del colegio Blas Infante y pregonero infantil de la pasada Semana Santa, ha leído la carta a los reyes en nombre de todos los niños y niñas de Málaga. En ella ha pedido un deseo a cada uno de los reyes. A Melchor, sabiduría y esperanza para «que nadie se salga del camino correcto»; a Gaspar, «libertad y vitalidad en esta época tan nostálgica»; y a Baltasar, «bondad, comprensión y respeto hacia los demás».

Una vez finalizado este acto, a las seis de la tarde, se ha puesto en marcha el desfile, integrado por las tres carrozas reales y once de acompañamiento en las que ha sido novedad la dedicada a la figura del títere Peneque, dominada por una representación de dos metros y medio de altura de este personaje de la compañía de los hermanos Miguel y Antonio Pino, con motivo de su 60º aniversario. Asimismo, han hecho las delicias de los más pequeños los pasacalles dedicados al mundo Disney, la Patrulla Animal y los Minions, entre otros. También ha llamado especialmente la atención una cuadriga romana tirada por cuatro caballos frisones negros, que precedía a las tres carrozas reales, y un vehículo con una escala desde el que un hombre ataviado como si se tratara de un bombero ha lanzado al público largas tiras de papel rojo impulsadas con una manguera de aire en la primera parte del recorrido.

Sus Majestades de Oriente han sido encarnados por el periodista Antonio Méndez (Melchor), director del periódico Málaga Hoy; el hermano mayor de la Cofradía de los Estudiantes, Pedro Ramírez (Gaspar); y el portavoz de Ciudadanos, Juan Cassá (Baltasar); quienes han lucido unos ropajes, confeccionados por la modista Sara Luque, con guiños a cada uno de estos tres representantes de los reyes. Así, Gaspar ha llevado un atuendo en tonos verdes con toques burdeos, en alusión a los colores de la hermandad universitaria. Por su parte, el naranja, tonalidad que distingue a la formación política de Albert Rivera, ha estado presente en la capa de Baltasar, quien ha ocupado una carroza formada por una especie de templete que, a diferencia de los otros dos reyes, lo ha situado en una altura más cercana al público.

La banda de cornetas y tambores del Real Cuerpo de Bomberos y la de Santa María de la Victoria han participado en un cortejo que, en esta ocasión, ha tenido que suprimir su paso por la Alameda Principal debido a las obras de renovación de este eje urbano que acomete el Ayuntamiento, y a las del metro que lleva a cabo la Junta. Así, tras discurrir por la plaza de la Marina, la comitiva ha girado hacia la calle Martínez para seguir por Atarazanas, el pasillo de Santa Isabel y las calles Carretería y Álamos. Al llegar a la plaza de la Merced, Melchor, Gaspar y Baltasar se han bajado de sus carrozas para completar a pie, por Alcazabilla y Císter, el recorrido hacia la fachada principal de la Catedral donde han sido recibidos por representantes del Cabildo Catedralicio con el deán, Antonio Aguilera, a la cabeza. Por segundo año consecutivo se ha llevado a cabo un acto de adoración al Niño Jesús en un belén viviente representado por una veintena de actores de la entidad Eventos con Historia. En este acto ha participado la escolanía del Orfeón Universitario.

Las cofradías malagueñas han vuelto a tener un papel protagonista en la cabalgata de Málaga mediante la carroza que aporta cada año la Archicofradía de María Auxiliadora, y las que, con escenas bíblicas, han estado a cargo de las hermandades de Zamarrilla, Dulce Nombre y Sepulcro. Asimismo, han participado con sus respectivas carrozas la Fundación Andrés Olivares y el Club de Leones Málaga Ilusión. Todo ello en un evento que, a cargo de la empresa Mundo Managment, este año ha supuesto un coste de 331.659 euros para las arcas municipales, un 38% más que en 2018.