La Desembocadura del Guadalhorce será «más amable» para las aves: empiezan los trabajos
La Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente actúa, desde el mes pasado, en los humedales para agrandar lagunas, crear islotes y suavizar las pendientes de las orillas en las que anidan y se refugian muchas especies vulnerables y protegidas
El Paraje Natural de la Desembocadura del Guadalhorce ha sido, en apenas treinta meses, objeto de dos importantes intervenciones por la parte de la Consejería ... de Sostenibilidad y Medio Ambiente para impulsar la conservación de la integración ecológica de los humedales y de las poblaciones de aves acuáticas. La primera culminó el pasado mes de marzo, tras comenzar en 2023, y la segunda empezó hace apenas un mes y se extenderá durante ocho más. Excavadoras y camiones trabajan ya en la zona, aunque según fuentes de la Junta, se van a intentar acortar los plazos, «acelerarlos». El fin de esta actuación es hacer más amable el paraje para las numerosas aves, muchas vulnerables y protegidas, que anidan, se reproducen, descansan y se refugian en las lagunas y los islotes de este enclave.
El contrato tiene un importe de 335.470,09 euros, IVA incluido. El enclave cuenta con 67 hectáreas y los trámites para aumentar su superficie a las 145 están en proceso. Estas labores deberían haber comenzado antes, pero en diciembre de 2024 el nivel hídrico de las lagunas era alto y en primavera anidan las aves. «Ahora podemos trabajar sin afectar a los espacios, porque no están reproduciéndose ni invernando. Vamos a tratar de acelerar el proyecto», subrayan fuentes de la Junta.
Suavizado de pendientes
Ahora, se realiza el «suavizado de las pendientes de las orillas que dan a las lagunas», aumentando la capacidad de acogida de las aves. Al hacer esto, explican las fuentes, se crean islotes, con lo que existe más espacio para buscar alimento.
La intervención tiene varios objetivos: ampliar las lagunas existentes destinadas a la reproducción, descanso y refugio de las diferentes especies de aves protegidas que frecuentan los humedales, al ser este un lugar de escala hacia las áreas de invernada, así como también se actúa sobre los islotes existentes para lograr el mismo objetivo. Además, se van a retirar escombros como parte de las labores de restauración forestal y se pretende eliminar un antiguo camino existente en la zona, en la que hay lagunas independientes entre sí y el llamado río viejo, un antiguo meandro del Guadalhorce que se independizó del cauce natural debido a la obra de encauzamiento realizada a principios de este siglo.
Las lagunas, es especial la Laguna Grande, se encuentran conectadas a tierra o con numerosas barreras dentro, que disminuyen la capacidad de acogida de aves, así como los lugares de refugio de la fauna, ya que existen numerosos brazos que se adentran en ellas desde tierra firme, lo que facilita la entrada de predadores terrestres en los islotes de reproducción y descanso de las aves e impide su uso por parte de diferentes especies. Asimismo, los islotes están ocupados por tarajes muertos, lo que disminuye el terreno disponible.
Retirada de escombros
La retirada de escombros (se acumulan en seis zonas y también se hallan dispersos) se va a hacer en la zona de Río Viejo, donde además nacerá un nuevo islote gracias al movimiento de tierras. En total, son cinco los que se ejecutan: dos en Laguna Grande, que se cubrirán de grava y cantos rodados; dos en la Laguna Escondida y otra en Río Viejo, también cubierta de grava.
Pero hay más: se harán tareas de despeje de vegetación, desmontes, desbroces, terraplenes por parte de las máquinas excavadoras con oruga y cazo.
La zona se encuentra en la finca La Isla, cultivada en su totalidad en los sesenta, que limitaba con un área de marismas que se inundaban por el levante. Había albuferas y pequeñas lagunas a lo largo de la playa. En los setenta, se redujeron las zonas de cultivo y el territorio pasó a ser destinado a la extracción de áridos, lo que creó una serie de pozas inundadas, progresivamente, con aguas de origen subterráneo, génesis, a su vez, del humedal existente hoy.
La vegetación representativa de este entorno la componen los tarajales, carrizos, eneas y juncales de diferentes especies. Y el entorno atesora gran interés ornitológico. Entre las especies de fauna destacan el avetoro común, la cigüeña negra, la gaviota de Audouin, la malvasía cabeciblanca o el águila pescadora. Pero hay muchas más: andarríos chico, cerceta común, ánade real, garza real, vuelvepiedras común, porrón, correlimos de varias subespecies, chorlitejo chico, focha común, garcetas, pagaza piquirroja, gaviota sombría y reidora, cormorán grande, espátula, zarapito trinador, zampullín cuellinegro, calamón común, avoceta común, cuchara común. Algunas son especies vulnerables y están, incluso, en peligro de extinción.
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