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Cremades ha dado el pistoletazo de salida a la temporada con la apertura de su heladería en El Palo. La popular empresa malagueña lo hace ... a lo grande: con un local renovado adaptado a la nueva imagen y con la intención de mantenerlo abierto durante todo el año.
La heladería abrió en el año 1992 en la avenida de Salvador Allende, 256, en el paseo marítimo de El Palo, y durante estos últimos meses se ha sometido a un importante rediseño para adaptarla a la nueva imagen de marca. En el nuevo espacio predominan ahora la madera y los colores azul y crema. Además, la fachada ha sido decorada con unas llamativas flores preservadas.
Al frente del negocio se encuentran los hermanos Paloma y Juan Luis Cremades, segunda generación heladera al frente de la empresa. Además de la de El Palo cuentan con otra heladería en Pedregalejo que ya renovaron el año pasado con gran aceptación entre sus clientes, por lo que esperan que en esta ocasión también sea bienvenida.
Paloma avanza que este año van a probar a no cerrar a final de temporada y mantener el local abierto durante todo el año. Lo harán tras comprobar la aceptación que ha tenido esta decisión en la heladería de Pedregalejo, que no ha cerrado en todo el invierno. «Es una apuesta que queremos hacer ahora que tenemos todo el local reformado».
Antes de la apertura al público explica que esta temporada ofrecerán una treintena de sabores diferentes, entre los que se encontrarán los clásicos de leche merengada, mora o vainilla que mantienen con la misma receta que utilizaba su padre. Este año prevén incorporar entre dos y tres sabores nuevos, aunque aún se encuentran en pruebas porque la decisión final la tomará el propio equipo.
La empresaria se muestra ilusionada ante el inicio de la temporada y la expectación que se ha generado en todo el barrio. «Son días muy emocionantes porque pasan muchas cosas», resume. En estos momentos se acuerda especialmente de su equipo, «que es maravilloso», y en concreto de su encargada Daniela, que es quien siempre le da los ánimos que necesita. En temporada alta, Helados Cremades cuenta con una 20 personas.
Para la fiesta inaugural celebrada este miércoles han contado con música, cócteles, espumoso de la Axarquía y la presencia de un artista urbano que ha elaborado un grafiti para posteriormente subastarlo con fines benéficos. En su deseo de colaborar con causas sociales, el dinero se destinará a la asociación Nena Payne. Además, cinco de los camareros que han trabajado durante la primera tarde eran del programa 'Súper currantes' de la propia asociación.
Paloma avanza que les gustaría aumentar el negocio con la apertura de alguna otra heladería. Aunque de momento es sólo una idea, se plantean la posibilidad de crecer en la capital, ya que al menos uno de sus tres hijos pretende incorporarse al negocio. «Mis hijos viven el negocio desde que han nacido porque han tomado biberones de leche merengada», bromea.
Cuestionada por la posible ubicación, desvela que están sondeando otro paseo marítimo, por aquello de seguir creciendo mirando al mar, o incluso el barrio del Molinillo, que fue donde comenzó a trabajar como heladero su padre. «Sería muy bonito porque significaría volver al origen».
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