«El corte de gas nos ha dejado sin poder servir nuestro plato estrella»

En el bar Nerva, referente en Málaga de la cocina tradicional y los platos de cuchara, siempre presentes en sus menús diarios y en carta, han tenido que adaptarse «a las circunstancias» y reducir su oferta desde que el domingo por la mañana, día fuerte en el negocio, se quedaran sin gas. «Desde entonces, no hemos podido servir nuestro plato estrella, que es la sopa de Viña AB», lamentó Antonio Bermúdez, al frente del establecimiento.

Si bien el pasado domingo por la tarde un técnico de la empresa suministradora Naturgy pasó por este restaurante y todo hacía prever que el restablecimiento del servicio sería más rápido, este martes (el lunes cierran) se encontraron sin gas. Una incidencia que les obligó a sacar planchas que no usaban habitualmente, planchas de bocadillos y freidoras eléctricas para afrontar la jornada. «Menos mal que tenemos clientes fieles y pacientes que entienden la situación».

En el bar Cañón, también en la calle Cristo de la Epidemia, los problemas llegaron pasadas las dos de la tarde del sábado, con el salón repleto de clientes para el almuerzo. «Tuvimos que prescindir de algunos platos al no poder terminarlos», lamentó Pilar García, al frente de este negocio de restauración y que cursó una reclamación a la empresa suministradora. «Me enviaron a un técnico para hacer unas comprobaciones ese mismo sábado y aunque ya habíamos cerrado cuando llegó, el lunes nos encontramos al llegar que teníamos gas. Menos mal que lo hicimos muy temprano y desde las siete de la mañana nos dio tiempo a preparar todos los menús del mediodía, porque sobre la una de la tarde un técnico nos avisó de un nuevo corte», precisó García.

Este martes empezaron la jornada con el peor de los pronósticos y ya temían lo peor. Su responsable confesaba a este periódico que sin gas y sin poder cocinar platos de cuchareo no le traía a cuenta servir menús. Ya había rediseñado la carta a primera hora, introduciendo más ensaladas y platos fríos, como gazpacho y porra, cuando a las 12.30 horas un técnico volvió a visitarles restableciendo por completo el servicio. «No obstante, ya no podremos servir nuestros menús con normalidad», advirtió.

En el restaurante Cañadú, en la plaza de la Merced, (próximo al epicentro de la avería en calle Huerto del Conde) hacen gala de una paciencia extraordinaria, ya que desde que el viernes a las 22.30 horas se percataran de que la presión de gas disminuía y al rato se quedaran definitivamente sin suministro, no han vuelto a recuperarlo. «Son cuatro días ininterrumpidos sin gas», constató su propietario Francisco Urbano, quien explicó que para afrontar este contratiempo han tenido que «apañarse» con una vitro pequeña, un horno y varias freidoras eléctricas y comprar un fuego de camping gas y una paellera de butano. El restaurante ha dejado de ofrecer risottos y pasta, que precisan de más tiempo de cocinado y ha apostado por platos fríos, gazpacho y ajoblanco. «En más de 20 años nunca he sufrido un corte de gas y me parece extraño que el cambio de un calentador haya provocado una avería tan grande», deslizó Urbano.

Desde la empresa suministradora admiten que la avería ha sido grande, pero que no han dejado de trabajar intensamente para restablecer la normalidad lo antes posible en las zonas afectadas: entorno del Santuario de la Victoria, zona de la Catedral y calles tan comerciales como Larios, Granada y Alcazabilla.

En ese objetivo trabajan medio centenar de operarios llegados de toda Andalucía para dar respuesta al malestar que está causando esta avería ajena a la empresa suministradora. Según la compañía, «la avería tuvo su origen en la instalación privada de un calentador, provocando la entrada de agua en la red de gas y obligando a cortar el suministro». Y es que todo apunta a que conectó erróneamente la toma de gas en la de agua. Una «intervención humana» con consecuencias indeseables.

Sin embargo, poco a poco, particulares y negocios van recuperando la normalidad. A última hora de este pasado martes, vecinos de la calle Huerto del Conde, donde se originó la avería, celebraban después de cuatro días que saliese agua caliente del grifo.

Durante estos días, restaurantes como La Plaza Málaga, en calle Alcazabilla, el servicio se ha mantenido intermitente. El mismo viernes sufrieron el primer corte, pero recuperaron el suministro ese día y se prolongó hasta el sábado. Sin embargo, el domingo volvieron a quedarse sin gas hasta que el lunes se restableció por completo. A diferencia de otros establecimientos hosteleros con clientela fiel, en éste, frecuentado por personas de paso y turistas, las quejas han sido frecuentes cuando los pedidos tardaban más de la cuenta. «Eso en el mejor de los casos, porque cuando les avisábamos antes de que se sentaran de que no podíamos ofrecer algunos de los platos de la carta, directamente se marchaban», precisó un empleado.

Las molestias sufridas estos días las compartían particulares que hasta el martes habían sido ajenos a la avería y se encontraron al levantarse que no tenían agua caliente. «Sabíamos de lo que estaba ocurriendo en la zona, pero no nos había afectado aún», aseguró un residente de la calle Fernando el Católico, que horas después avisaba de que había recuperado el suministro.