Un informe de la UMA corrobora que la concentración de pisos turísticos encarece los alquileres
El estudio concluye que el precio de los arrendamientos crece en 3,29 euros por metro cuadrado por cada aumento del 10% en las viviendas vacacionales
El efecto de las viviendas turísticas en el precio de los alquileres ha quedado corroborado en un estudio promovido por la Universidad de Málaga que ... este miércoles se presenta en el marco de una jornada organizada en la Facultad de Derecho, bajo la dirección del profesor Manuel Moreno Linde. Tras un pormenorizado análisis de datos, en función de metodologías científicas, el informe concluye que existe «una relación entre las viviendas turísticas y su crecimiento con la subida del precio de la vivienda en alquiler», y llega a cuantificarla.
Así, señala que el precio de los alquileres se incrementa de media en 3,29 euros por metro cuadrado cada vez que el número de pisos turísticos crece un 10% en un determinado territorio. Para ello, el trabajo, realizado por investigadores del Instituto Andaluz de Investigación e Innovación en Turismo de las universidades de Málaga, Sevilla y Granada, con la colaboración del Instituto de Investigaciones Jurídicas en Gobierno y Territorio de la UMA, ha analizado los datos de las ciudades de Málaga y Sevilla, por un lado, y Jaén y Teruel, por otro, desde 2016, para comparar lo que sucede en dos capitales con una elevada presencia de pisos turísticos y otras dos en las que los alquileres vacacionales tienen mucho menor peso.
En el caso de Málaga, el documento arroja un incremento de un 31% en el precio de los alquileres si se compara un hipotético escenario sin la existencia de viviendas turísticas en el municipio con uno en el que estas suponen el 10% del parque residencial. En el caso de Sevilla, esa repercusión es de un 33% de aumento.
Así, por ejemplo, detecta que en la zona de la Merced, en el Centro Histórico, «donde la presión de las viviendas turísticas alcanza máximos en la ciudad, el precio del alquiler ha pasado de los 8,8 euros por metro cuadrado en 2016, con un 5% de pisos turísticos, a los 18 euros por metro cuadrado con casi un 40% de alquileres vacacionales en 2024». «Como contraste, en el sector norte de la ciudad, en la confluencia de los barrios de Ciudad Jardín y Parque del Sur, la presencia de las viviendas turísticas es casi inexistente (0 en 2016; 0,6% en 2023), habiendo mantenido los precios casi invariables (de 10,4 euros el metro cuadrado en 2016 a los 11,4 euros por metro cuadrado en 2023)», añade el trabajo.
Repercusión en el bolsillo de los vecinos
El estudio también analiza cómo los incrementos de precio de los alquileres derivados de la concentración de pisos turísticos repercute en el bolsillo de los ciudadanos. Así, evaluando un caso práctico de una vivienda de 70 metros cuadrados en 2023, concluye que la situación «es preocupante» para los casos de Málaga y Sevilla, donde el precio de alquiler de ese piso crece entre un 16% y un 33%, en función de que los alquileres vacacionales de la zona supongan hasta un 5% del parque residencial o hasta un 10%, respectivamente. «Este hecho hace incrementar las protestas sociales, dado que en todos los escenarios se supera el 60% de la renta neta media por persona» para pagar el alquiler, añade el informe.
«En 2024 podemos afirmar que existe una correlación espacial significativa entre el precio del alquiler y la concentración de viviendas turísticas en Málaga», remarca el informe tras llevar a cabo una serie de análisis con modelos científicos que han arrojado unos mapas en los que se aprecia la relación entre precios de alquiler altos y concentración de pisos turísticos en unos sectores que se muestran en un color rojo intenso. Este color «ha ido extendiéndose desde el corazón del Centro de la ciudad y el sector este, expandiéndose como una mancha de aceite entre 2016 y 2023», subraya el estudio, en el que se aprecia cómo esa 'mancha roja' ha crecido en los últimos años en el Centro y en las zonas residenciales de Pedregalejo y El Palo más próximas a las playas.
Este trabajo concluye que «el 54% de las variaciones en el precio del alquiler pueden explicarse por la concentración de viviendas de uso turístico». No obstante, remarca que esa influencia es «un componente más de un fenómeno que necesita de mecanismos de regulación en el corto plazo para garantizar el acceso a soluciones habitacionales dignas». El estudio admite que «la principal responsabilidad» de esa regulación ha recaído en Andalucía en los ayuntamientos, que tienen la potestad para poner límites a los pisos turísticos en las zonas más saturadas, como ha aprobado la capital en el pleno de la pasada semana.
«Que la vivienda es un bien de mercado es una realidad lógica dentro del sistema económico liberal en el que operamos; su consideración exclusiva como bien de mercado, a costa de todo lo demás, es una elección cuestionable que empieza a tener contestación desde la sociedad», termina el estudio, que será presentado este miércoles, a partir de las 10 horas, en un seminario que se celebra en el aula judicial de la Facultad de Derecho. Con el título 'La vivienda de uso turístico: implicaciones sociales y jurídicas en el contexto de la crisis habitacional', será inaugurado por el decano, Juan José Hinojosa, y el director del Instituto de Investigaciones Jurídicas en Gobierno y Territorio (I-INGOT), Diego Vera.
Como autores de este estudio intervendrán Enrique Navarro Jurado, Pablo Armario Pérez y Mario Blanco Vílchez. Asimismo, una de las ponencias correrá a cargo de Pedro Marín Cots, ex director del Observatorio de Medio Ambiente Urbano del Ayuntamiento de Málaga y presidente del Instituto de Estudios Urbanos y Sociales. La jornada será clausurada por la secretaria general de la UMA y del I-INGOT, Elsa Marina Álvarez.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión