Un chófer de la EMT, agredido por seis chicas que iban increpando a otros viajeros

El grupo, que se encontraba en Málaga pasando unos días de vacaciones, se sentó en los asientos traseros del autobús articulado, en el que iban varias decenas de viajeros. Allí fue donde, según varios testigos coincidentes con el relato del conductor, empezaron a increpar a un matrimonio que viajaba con sus dos hijos. Al escuchar los gritos, el chófer detuvo la marcha y se acercó, recomendando a la familia que se cambiaran a otros asientos en la parte delantera y pidiendo a las chicas que se tranquilizaran.

En principio, ahí quedó todo, pero nada más lejos de la realidad. Poco a poco, el ambiente se fue tensando con risas e insultos a otros usuarios, que también se iban cambiando de ubicación. El conductor volvió a parar (a la altura de El Torcal) y, esta vez, para conminarles a que bajasen el autobús. En ese momento, se percató de que una de ellas estaba liando un cigarrillo, por lo que le advirtió de que no podía fumar. En medio de la discusión, el conductor le quitó el cigarro y la joven, siempre según la versión de los testigos, respondió dándole un mordisco en el antebrazo. Éste, a su vez, reaccionó apartando a la chica con el brazo, instante en el que las demás comenzaron a agredir con patadas y arañazos al empleado municipal.

Dos hombres que iban en el autobús intervinieron y lograron alejar al conductor, que dio aviso a la Policía Local. Cuando llegaron los agentes ya se habían marchado numerosos viajeros, aunque cerca de una decena se quedaron para ofrecer su testimonio sobre lo ocurrido. Las jóvenes fueron identificadas por los policías y quedaron a expensas de la denuncia presentada por el chófer ante el Cuerpo Nacional de Policía acompañada del parte de lesiones. Además, la EMT también se ha personado, tal y como ha confirmado a este periódico su gerente, Miguel Ruiz, quien ha respaldado la actuación del conductor en este incidente, además de destacar su profesionalidad.