El Centro acumula zonas con suspenso antes de Semana Santa

A pesar de ser uno de los principales atractivos de la ciudad, el Centro Histórico acumula problemas que afectan la vida diaria de vecinos, comerciantes y visitantes. Entre el descuido institucional y la falta de mantenimiento, la zona muestra señales preocupantes de deterioro.

Uno de los ejemplos más evidentes es el contenedor de ropa usada situado en las inmediaciones del Mercado de la Merced. Este depósito, ubicado junto a las bocas de la basura subterránea, se ha convertido en un verdadero obstáculo para el tránsito diario. La colocación del contenedor impide el paso fluido de carritos de la compra, sillas de ruedas y personas con movilidad reducida. Pese a las reiteradas quejas vecinales, el contenedor lleva instalado mucho tiempo sin que se tomen medidas para reubicarlo.

Otro foco de deterioro se encuentra en la Plaza de la Marina, espacio clave en el tránsito urbano y punto de encuentro habitual. A simple vista, el desgaste del pavimento, el mal estado del mobiliario urbano y la escasa limpieza revelan una falta de mantenimiento evidente. Lo que debería ser un lugar de descanso y disfrute, se percibe ahora como un espacio descuidado.

Finalmente, las calles Mosquera y Nosquera presentan señales visibles de vandalismo y abandono. Grafitis en fachadas y papeleras desbordadas dan cuenta del deterioro progresivo de esta zona. Vecinos y comerciantes expresan su frustración ante la falta de respuesta por parte de las autoridades locales.

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