«Se cayó un árbol y se quedó a medio metro de mi bebé»
Beatriz y Álvaro bajaban del coche para montar a su hijo Alejandro en el carrito justo en el momento en el que cayó el tronco en la barriada de Puerta Blanca
Beatriz y Álvaro acababan de terminar las compras. Llegaron al barrio y justo un coche estaba dejando libre un aparcamiento. Qué suerte, pensaron. Lo que ... no sabían es que la verdadera suerte les acompañó tan solo unos segundos después. Beatriz ya había bajado del coche y acababa de terminar de montar el carrito de su hijo, Alejandro, bebé de siete meses. Álvaro estaba dentro con el pequeño, a punto de cogerlo para montarlo en el carrito. Un ruido y los gritos de la gente que estaba en la terraza de los bares les avisaron: «¡Cuidado!». Estaba cayendo un árbol encima de ellos. La suerte es que cayó justo delante de su coche. «Mi bebé estuvo a medio metro de la desgracia», cuenta Beatriz aún sin creer el momento de tensión.
El incidente ocurrió sobre las nueve de la noche de este sábado 19 de julio en la calle Juan Muñoz Herrera, en el barrio de Puerta Blanca. Los bomberos acudieron rápido a la zona y pudieron actuar con normalidad sin lamentar ningún daño personal. También llegó la Policía Local. Mientras, los vecinos lanzaban las quejas: «Es que algún día vamos a tener que vivir una desgracia y va a ser grave», apuntaban. Según explica a este mismo periódico Santiago Moreno, vecino del barrio y jardinero desde hace más de 30 años: «Tenemos todos los árboles del barrio podridos, en los últimos años no paran de caerse. Justo ese mismo día por la mañana cayó una rama en mi coche, luego por la tarde otra. Después pasó el susto de la noche, con esta familia que se libró de algo grave», detalla.
El susto del momento no se olvida. Cuando Beatriz lo relata a este periódico aún se le quiebra la voz y confiesa que le dio un ataque de ansiedad tras el suceso. «Lo primero que pensé fue en mi niño, no podía creerme que estuviese pasando eso. Además, justo cuando estábamos aparcando pensamos en adelantar el coche un poco porque había bastante margen con el de delante. Pero decidí que mejor lo dejábamos tal cual estaba. Menos mal…», suspira Beatriz.
Tras caer el árbol, la pareja corrió para sacar del coche al pequeño Alejandro. Al vehículo de delante le dejó la luna trasera rota. Según contaron los bomberos, en el mismo día habían tenido unos seis incidentes así. Apenas ha pasado un día de los hechos y los vecinos y la propia familia del pequeño Alejandro quieren denunciar el estado de los árboles de Puerta Blanca. «Es que no es la primera vez que pasa esto», alerta Beatriz. También Santiago Moreno, que presenció la caída, insiste en que el barrio está olvidado y deberían quitar esos árboles, infectados por hongos. «Una vez al mes tienen que venir los bomberos porque ocurre algo así. Y no tiene nada que ver el viento, es que están muy mal cuidados, no queremos llegar a lamentar nada grave. Queremos que el Ayuntamiento ponga solución a esto», concluye.
Finalmente, la suerte de Beatriz, Álvaro y Alejandro no fue encontrar aparcamiento al llegar de las compras. Fue ese medio metro de distancia que les salvó de lo que podría haber sido, como dice Beatriz, una auténtica desgracia.
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