
«Carretería ha mejorado gracias al turismo»
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Vecinos y comerciantes muestran su conformidad con la obra y el embellecimiento de la calle aunque reclaman «más luz y noches civilizadas»Fue en diciembre de 2023 cuando Carretería puso fin a su gran transformación. Más de dos años –27 meses de obras– y una inversión de 7,3 millones de euros en su renovación junto a calle Álamos. Calzada y aceras más anchas al mismo nivel, bancos y nuevos árboles de alineación y controles de acceso al tráfico con la intención de reducir el tráfico en la zona. Eso fue lo que aportó el Ayuntamiento de Málaga a la transformación de esta zona del Centro Histórico. Pero, a simple vista, también es evidente la evolución de las fachadas y remodelación de edificios que embellecen la calle. La mayoría de sus vecinos y comerciantes lo tienen claro: «Carretería ha mejorado gracias al turismo».
Las licencias para alojamientos turísticos llevan disparándose desde hace una década en Carretería, pasando de tener 22 en 2014 a 309 en la actualidad, tal y como detalló SUR el pasado sábado 5 de octubre en un reportaje de análisis de la transformación de la calle. Eso, sin duda, son datos que han provocado que Carretería sea un gran atractivo para la inversión en locales de hostelería.
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Ese no es el caso de Paco Gallego, propietario del café-bar Monteblanco. Veinte años sirviendo desayunos y comidas desde la esquina de calle Ollerías con Carretería le sirven para hablar con propiedad y franqueza de lo ocurrido en la etapa más reciente de esta zona. «La obra fue dura durante muchos meses. Pero nosotros ahora mismo tenemos más trabajo del que teníamos hace año y medio, o sea, que todo el mundo habla del turismo regular y a nosotros no nos ha perjudicado, al contrario. Carretería ha mejorado gracias al turismo», confiesa, aunque también explica cómo la llegada del turismo a la zona le repercute de forma negativa: «Eso no quita que cuando cumplen los contratos de los alquileres, los precios se disparan. Este negocio es de la familia y ya estamos tramitando para que se quede mi hijo con él; nos encontramos en plena negociación con la propiedad, que reclama más de lo que me pidieron a mí cuando llegué hace veinte años. Pero bueno, eso es lo que hay».
Paco Gallego
Bar Monteblanco
Nazareno Méndez
Gloria Hoyos
Negocios como NoPiqui y Gloria Hoyos aterrizaron en Carretería unos años antes de la obra. «La calle es mucho más cómoda ahora para andar y se nota más tránsito, eso ha hecho que Carretería tenga mejor vida. Lo cierto es que el tráfico sigue siendo prácticamente igual que antes, aunque hayan restringido los accesos. Hay muchos locales y negocios que necesitamos el espacio de carga y descarga y es casi imposible no tener nada de coches en la zona», analiza Nazareno Méndez, encargado del bar Gloria Hoyos.
Desde NoPiqui, además de valorar también positivamente el tránsito de personas durante el día –un hecho que, aseguran, favorece a su negocio–, son críticos con el cambio si lo comparan con el ambiente nocturno. «A mediodía tenemos más público, pero lo cierto es que hemos perdido clientes por la noche. La calle está oscura y prefieren irse a otras zonas a tomar algo», apunta el propietario, también con una visión negativa sobre el tráfico de coches: «Siguen pasando bastantes coches y resulta incómodo para pasear».
David Burbano
Galería La Casa Amarilla
Yolanda Gómez
Propietaria Ireyo-Productos de Peluquería
Instalado este mismo 2024 en la calle, el galerista de La Casa Amarilla David Burbano tiene claros cuáles son los puntos que mejorar: «A primera vista ha cambiado para bien, eso es una realidad. Pero falta luz y sobran coches, la calle necesita más vida y dinamización». Sin embargo, a negocios como Ireyo, de productos de peluquería, la zona restringida no le favorece nada: «Que los coches no puedan entrar ha provocado que muchos de nuestros clientes ya no vengan a comprar porque aprovechaban un momento en doble fila para recoger sus productos, ya no pueden», lamenta Yolanda Gómez, propietaria de la tienda que fundaron sus padres hace 40 años.
Salvatore La Roca
Pizzería Quadro
Las pizzas para llevar de Quadro aterrizaron hace apenas unos meses en Carretería y la noche para ellos es «un infierno». El dueño del negocio, Salvatore La Roca, admite que «la calle, en su estética, ha mejorado» pero que «sigue siendo un desastre para el comercio». «Es tremendo, lleno de borrachos que se hacen pipí y caca en la puerta de mi negocio o que se ponen a pelearse y a cantar a gritos. Eso espanta a la clientela y no se acercan a comer aquí», denuncia el empresario.
A José Mayo se le ve a gusto mientras pasea a su perro a tan sólo unos metros de su casa. Cuando cuenta a SUR su opinión sobre la calle, esa sensación se convierte en una realidad. «No me mudaría de Carretería. Llevo como 35 años viviendo aquí con mi mujer y el cambio es muy positivo porque la realidad es que Carretería estaba muy abandonada. Lo único que podría mejorar es la regulación de las viviendas turísticas, aunque también son necesarias porque dan vida al Centro», confiesa el vecino. Otra de las habitantes de la calle, Carla Marín, cuenta que llega por la noche a su casa sintiéndose segura y «más tranquila porque hay ambiente y tránsito de gente», pero «las noches para dormir son horribles, cualquier lunes a las tres de la mañana te despiertas porque hay grupos de gente chillando y riendo».
José Mayo
Vecino de Carretería
Carla Marín
Vecina de Carretería
Cerca de Carretería vive Pepi Ramos, que considera su paseo «más agradable gracias a los banquitos para descansar». «Esta calle fue muy comercial hace años, luego se quedó olvidada y ya ha vuelto a tener ambiente», añade la vecina.
Esa calle comercial la conocen bien desde hace años en Navarro Hermanos, que están instalados en Carretería desde hace sesenta. «Nunca la he considerado una calle insegura, pero en estos momentos tenemos más tránsito de gente y hay menos posibilidad de que roben. Yo estoy contentísimo con la obra porque esta calle necesitaba una reforma», apunta Antonio Navarro, uno de los propietarios de la empresa.
Antonia Escudero
Forja Millán
También desde Forja Millán en calle Ollerías conocen bien la historia de Carretería por su negocio de trapería. «Antes daba miedo ir por la calle Nuño Gómez, Álvarez o incluso Ollerías, pero ahora la realidad es que se ha vuelto una zona mucho más segura. Se han rehabilitado muchos edificios y la calle está preciosa, eso está claro que es gracias al turismo y los nuevos inversores. Pero tampoco es bueno que los malagueños no tengan espacio en ella», concluye la propietaria de Forja Millán, Antonia Escudero.
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