Cáritas atendió en 2020 a un 51% más de familias y cuatro de cada diez nunca habían pedido ayuda
La pandemia ha roto el descenso en las peticiones que se registraba desde 2017, y la institución dependiente de la Iglesia ha dado asistencia a más de 41.000 personas, muchas de ellas de sectores especialmente castigados por la crisis como el comercio o la hostelería
Los datos han terminado de dibujar la magnitud de la crisis social derivada de la pandemia del Covid y cuyos efectos ya adivinaba Cáritas ... en los últimos meses. El pasado septiembre, cuando ya había pasado lo más duro del confinamiento, el director general de Cáritas en Málaga, Francisco José Sánchez Heras, advertía a SUR de que «lo peor» estaba por llegar. Y las cifras que ha presentado Cáritas esta mañana en el marco de su memoria anual, correspondiente a 2020, no han hecho más que confirmar esos temores: lejos de aplacarse, la crisis social ha ensanchado aún más la brecha de la desigualdad hasta el punto de que la institución de la Iglesia Católica atendió el pasado año a un 51% por ciento más de familias con respecto a 2019.
El dato más preocupante, más allá de que los que ya vivían en la cuerda floja han terminado de caer, es que cuatro de cada diez nuevas atenciones eran para unidades familiares que nunca habían recurrido a la ayuda de Cáritas. Es decir, que tenían una situación económica y laboral estabilizada hasta que la pandemia arrasó ese colchón de seguridad: así lo han confirmado los responsables de Cáritas, que se han referido a estos nuevos usuarios como familias «con trabajos normalizados (comercio, hostelería, autónomos…) que no recibieron a tiempo las ayudas al desempleo«.
Ese escenario devastador que ha puesto los recursos de asistencia al límite, las cifras globales de Cáritas son las siguientes: en 2020, 41.312 personas se beneficiaron de las ayudas de la acción de Cáritas Diocesana de Málaga a través de los servicios de Acogida y Acompañamiento de las Cáritas Parroquiales y los Servicios Generales, un 51,16% más que en 2019.
Además, en los meses de confinamiento estricto se duplicaron las atenciones, y a pesar de las restricciones de movilidad y la necesidad de cumplir con los protocolos sanitarios, la red de Cáritas y sus voluntarios no dejaron de atender a los más vulnerables. Que se mantienen y que incluso crece el colectivo de los excluidos se aprecia en otras cifras igualmente contundentes: solo el 5,6% de las personas atendidas ha logrado mejorar su situación, el 23,6% de las personas llevan acudiendo a Cáritas más de tres años.
Sin embargo, hay otros detalles de la memoria anual que se mantienen igual que otros años, sobre todo en lo relacionado con los perfiles de las personas que llaman a la puerta de Cáritas. En este sentido, continúan siendo las mujeres quienes mayoritariamente acuden a Cáritas en busca de ayuda. En un 73% de los casos, son ellas las que toman las riendas de la situación. Además, el 51,4% de los demandantes son de nacionalidad española.
Principales dificultades
La acogida y la atención directa a esos usuarios constituyen uno de los principales pilares que sustentan la acción de Cáritas, hasta el punto de que la institución ha destinado a este capítulo 3,19 millones de euros (el 38,25% del total de sus recursos). Además, entre los principales problemas detectados entre las personas atendidas figuran la dificultad de acceso a las necesidades básicas (90%); la alta de empleo, paro de larga duración, inestabilidad o precariedad laboral (82%); la escasa protección social, sin prestaciones sociales o con prestaciones insuficientes (69%); la falta de formación académica y profesional (62,8%); la dificultad de acceso a una vivienda digna (62%) o la red de apoyo familiar o social insuficiente (54,9%).
También destaca en esa memoria el listado de necesidades a las que se ha aplicado ayuda directa. En el primer escalón sigue estando la alimentación (85,2%), seguida de la orientación para la solicitud online de prestaciones y ayudas públicas (37,2%), la ropa y calzado (26,8%), los suministros (21,8%), la salud (15,2%) y la vivienda (13,5%).
Pero esa atención desde la primera línea no sólo incluye a las familias; también a los colectivos a los que Cáritas da soporte permanente a través de su red de centros asistenciales y de sus programas específicos. En este capítulo, los programas y proyecto desarrollados tanto en las Cáritas parroquiales como en los Servicios Generales ha atendido a niños y jóvenes, mujeres, familias, inmigrantes, mayores, enfermos de sida, reclusos y sin hogar. Un total de 6.795 personas se han beneficiado de ellos: 3.876 en las Cáritas parroquiales y 2.919 en los Servicios Generales.
Esta última atención, donde se incluyen también los recursos destinados al mantenimiento y atención de esos centros asistenciales; unidos a la ayuda directa a las familias y personas vulnerables pero que no forman parte de la red de Cáritas o la cooperación internacional han necesitado el 90,35% de los recursos de la institución en el año 2020. El 9,65% restante se destina a las demás áreas y programas: Animación Comunitaria, Formación y Voluntariado, Comunicación y Sensibilización, Secretaría, Administración y gestión de inmuebles.
En total, Cáritas aplicó en 2020 recursos por valor de 8,3 millones de euros, una cifra que en su mayoría procede de recursos propios (69%). El otro 31% corresponde a convenios, conciertos y subvenciones.
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