La antena de Canal Sur impide el funcionamiento pleno de la segunda pista del aeropuerto
Aena inicia por la vía de la expropiación los trámites para rebajar la altura de la torre para que los aviones puedan aterrizar y despegar por la cabecera sur de la plataforma inaugurada en 2012
Canal Sur va a tener que rebajar la altura de la torre donde se encuentra la antena de comunicaciones de su sede en Málaga para ... que la segunda pista del aeropuerto puede operar plenamente, ya que desde que se inauguró en el verano de 2012 sólo se utiliza para aterrizajes y despegues que se acometan por la cabecera norte debido a que la altura de varias estructuras situadas al otro lado de la antigua N-340 puede dificultar la maniobra de aproximación o salida de los aviones desde el extremo sur de la plataforma.
Con el objetivo de que las aeronaves puedan aterrizar y despegar en ambos sentidos y así equipararse a la pista principal, la Dirección General de Aviación Civil tiene en marcha un procedimiento de expropiación forzosa para la supresión de obstáculos que afecta a cuatro estructuras situadas sobre tres fincas al sur del aeródromo y de la antigua N-340.
Se trata del esqueleto de un edificio privado de 18,7 metros de altura cuya construcción lleva años paralizada y que tendrá que ser rebajado en 0,79 metros; dos carteles publicitarios (uno de 21,3 metros que deberá reducirse en 8,28; y otro de la Radio Televisión de Andalucía de 19,75 que deberá hacerlo en 2,34); y la torre de la dirección territorial del ente autonómico en el que se encuentra la antena de comunicaciones, que alcanza una altura de 42,37 metros, excediendo en 24,66 las dimensiones contempladas por Aviación Civil. Por tanto, en virtud de las directrices del órgano dependiente del Ministerio de Fomento, tendrá que quedarse en 17,7 metros.
La segunda pista entró en servicio en 2012, pero de forma continuada sólo lleva operativa un año
La reducción de la altura de la antena no afectará a las emisiones de la RTVA
Aunque la relación de obstáculos acaba de salir a información pública para que los afectados puedan presentar alegaciones, lo cierto es que Aena y la RTVA llevan meses en negociaciones. Según aseguran desde Canal Sur, será Aena la que correrá con los gastos de la obra para reducir la altura de la citada torre dentro del proceso de expropiación, una actuación que no afectará a las emisiones porque la difusión de la programación que se hace desde Málaga va por otra vía y la antena afectada únicamente se utiliza para servicios auxiliares. En este sentido, remarcan que ya se ha encontrado una solución técnica para que la actividad de Canal Sur en Málaga no se vea resentida ni por la ejecución de las obras ni por la rebaja en altura.
Planificación a futuro
En la resolución de Aviación Civil, publicada ayer en el Boletín Oficial del Estado (BOE), se justifica esta actuación alegando que pese a que el aeropuerto de Málaga dispone desde 2012 de dos pistas que permiten agilizar el tráfico aéreo asignando una función a cada una (una para aterrizajes y otra para despegues), hay una serie de obstáculos que se encuentran cerca de la cabecera sur que imposibilitan aterrizar y despegar por este punto. Fuentes de Aena explican que con este procedimiento se pretende dejar expedito el campo de vuelo de la segunda pista no porque sea urgente y necesario a día de hoy, pero sí con vistas al futuro debido al progresivo aumento del tráfico aéreo que registra el aeródromo malagueño.
La tramitación consiste en incoar un proyecto de delimitación de las construcciones y elementos de titularidad privada que vulneran las servidumbre aeronáuticas dominantes y «no permiten completar la puesta en servicio de la pista 12-30», como se denomina a la segunda plataforma. Además del expediente de expropiación forzosa, también se requiere el acuerdo del Consejo de Ministros para declarar la utilidad pública y la urgente ocupación de los bienes y derechos afectados.
La segunda pista del aeropuerto, con una longitud de 2.759 metros y con capacidad para de estacionamiento para 27 aviones, entró en servicio en junio de 2012 tras una inversión de 624 millones de euros, aunque inicialmente sólo se utilizaba durante los fines de semana del verano en picos de mayor demanda para descongestionar la pista principal. A medida que el aeródromo malagueño ha ido aumentando su actividad se ha ampliado el uso de esta infraestructura hasta que desde abril de 2018 está operativa de forma continuada.
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