La calle Juan Cabaniles, refugio de quedadas «molestas»

Lo que ocurre es que el tránsito de la zona también ha llevado a muchos jóvenes a reunirse por las noches en una parte concreta de la.

Es por ello que hay varios desperfectos que son muy relacionables al vandalismo callejero. Así lo comentaban varios comensales hace unas semanas y pudo comprobar este periódico cuando se desplazó este pasado fin de semana y comprobó como había restos de botellones, mobiliario dañado y un contador completamente roto. Además, la propia señal de la calle se encuentra doblada, algo que empobrece un enclave que se encuentra en pleno auge, con la apertura de restaurantes y otro tipo de negocios.

La solución a este problema pasa por vigilancia y sanciones ejemplares, para que no ocurra lo que acaece en un barrio muy cercano, Parque Clavero, en el que los jóvenes se han adueñado prácticamente de una escalera hasta convertirla en un botellón continuo lleno de actividades de dudosa legalidad. Se está a tiempo de cortar el problema antes de que se complique más.